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Afrika Clivillés, María Reinat Pumarejo y Mariluz Franco Ortiz han sido piezas clave en el desarrollo de la conciencia antirracista en Puerto Rico desde el Colectivo Ilé por las pasadas décadas.
Afrika Clivillés, María Reinat Pumarejo y Mariluz Franco Ortiz han sido piezas clave en el desarrollo de la conciencia antirracista en Puerto Rico desde el Colectivo Ilé por las pasadas décadas. (WANDA LIZ VEGA)

“Ilé” significa casa en yoruba, lengua hablada en África occidental. Este sustantivo encierra muchos referentes para las mujeres negras y afrodescendientes que componen el Colectivo Ilé, organización antirracista que cumplió ayer tres décadas denunciando las desigualdades, visibilizando y celebrando la negritud desde y para las comunidades en Puerto Rico.

“Nosotras, como colectivo, apostamos a una organización comunitaria como la única arma consistente y efectiva para erradicar el racismo en este país. No solo somos una organización de educación antirracista, sino que adoptamos prácticas y preceptos antirracistas. Reconocemos que la educación es bilateral. Somos facilitadoras, pero entendemos que el conocimiento y el saber están en la comunidad, en esas lideresas comunitarias”, compartió la directora administrativa de Colectivo Ilé, Mayra Díaz Torres.

En su aniversario, algunas de las lideresas que componen la comunidad asesora de Colectivo Ilé analizaron con El Nuevo Día el desarrollo de la conciencia antirracista en Puerto Rico y cuáles son los desafíos que enfrentan las personas racializadas en el país.

Díaz Torres narró que se integró, en 2018, en un taller del Junte de Saberes Antirracistas, que se trabajó después del paso del huracán María un año antes. Desde ese instante, supo que no podía separarse de la razón de ser de Ilé.

El Colectivo Ilé ha sido pieza clave en organizar comunidades, específicamente a mujeres afrodescendientes de espacios empobrecidos y olvidados por el Estado. Díaz Torres enumeró los hitos históricos en los que su organización ha estado presente, como la lucha por la salida de la Marina de Guerra de Estados Unidos de Vieques y, recientemente, los levantamientos raciales por el asesinato de George Floyd y “Black Lives Matter”.

En el caso de la antropóloga y comunicadora Bárbara Abadía Rexach, su primera conexión con la organización fue con un performance en un evento en el Mueso de Caguas, en 2012.

“Ilé representa ese espacio de verme como mujer negra humanizada y representada, algo que no había visto en otros momentos de mi vida. Así que Colectivo Ilé me ha dado nuevas experiencias que no tenía”, contó la doctora Abadía Rexach, autora de “Musicalizando la raza. La racialización en Puerto Rico a través de la música”.

Además, insistió en que Ilé significa para ella ese espacio político “de cuidar nuestra propia existencia, de acompañarse”.

María Reinat Pumerejo y un grupo de boricuas en la diáspora fundaron el Institute for Latino Empowerment (ILE), en 1992, que luego se convertiría en Colectivo Ilé.
María Reinat Pumerejo y un grupo de boricuas en la diáspora fundaron el Institute for Latino Empowerment (ILE), en 1992, que luego se convertiría en Colectivo Ilé. (Wanda Liz Vega Dávila)

Los inicios

En 1992, un grupo de puertorriqueños deseosos por educar de manera antirracista fundó el Institute for Latino Empowerment (ILE), desde Casa Latina, una organización comunitaria creada, en la década de 1960, en Massachusetts. Ahí, comenzó la maravillosa trayectoria de esta organización fundada por María Reinat Pumarejo, Raúl Quiñones Rosado, Esterla Barreto Cortés y Anna Mangual Courtier.

El espacio de activismo y educación nació para ser abrazo solidario y abrir espacios a personas negras desde un lente antirracista. En 1997, ILE se estableció en Puerto Rico sumando la mirada decolonial a su trabajo antirracista.

“Encontrar esas mentes que estaban trabajando el tema antirracista aquí fue bien importante. El menosprecio al trabajo antirracista fue un reto al llegar (a Puerto Rico), pero nuestra persistencia es algo por lo que estoy muy orgullosa”, afirmó Reinat Pumarejo.

En 2001, Colectivo Ilé creó “África en mi piel, África en mi ser”, un compendio de talleres para abordar temáticas sobre la racialización del pelo, la cabeza y el diseño de turbantes, entre otras para promover una identidad racial saludable.

Diez años más tarde, en 2011, la organización se convirtió en un grupo de mujeres negras que se identificaron como Colectivo Ilé. Actualmente, la comunidad asesora está compuesta por 20 profesionales de un campo muy diverso de saberes y luchas.

“Entendemos que cada una de nosotras tiene algo que aportar diferente para que todo el mundo asuma su justo lugar en la lucha”, agregó Reinat Pumarejo.

Otra de las aportaciones de la organización fue ser parte de la creación y publicación del libro “Arrancando Mitos de Raíz: Guía para una enseñanza antirracista de la herencia africana en Puerto Rico”, en 2013.

Una de las autoras fue Mariluz Franco Ortiz, otra integrante de Ilé. La psicóloga social comunitaria destacó que fue producto de una investigación de nueve años, que resultó en “una guía para visibilizar cómo se da el racismo y tener herramientas para erradicarlo”.

“Ha sido clave ese acompañamiento de Colectivo Ilé. Es hogar, hermandad, esperanza y acompañamiento porque el camino puede ser uno solitario”, sostuvo Franco Ortiz.

Actualmente, la comunidad asesora está compuesta por 20 profesionales de un campo muy diverso de saberes y luchas.
Actualmente, la comunidad asesora está compuesta por 20 profesionales de un campo muy diverso de saberes y luchas. (WANDA LIZ VEGA)

Negación del racismo en la isla

El proceso para trasladar el instituto a Puerto Rico fue también un trayecto de retos para los fundadores por las dinámicas coloniales y por la invisibilización del tema en el archipiélago.

Abadía Rexach opinó que el trabajo de educación de Colectivo Ilé es bien complejo, principalmente, “porque hay una negación de la existencia del racismo antinegro desde el Estado en Puerto Rico”.

Señaló que no fue hasta el año pasado que se aprobó la Ley 24, que separa el 21 de marzo de cada año como el “Día de la Erradicación del Racismo y la Afirmación del Afrodescendiente”.

“Es romper contra todo un sistema que históricamente ha determinado que no hay racismo antinegro en Puerto Rico porque somos una mezcla de tres razas. ¿Y cómo rompemos con eso cuando no hay una voluntad política dentro del Estado ni de las todas las instituciones gubernamentales para reconocer la existencia de racismo? Es un trabajo bien difícil y complicado, pero yo creo que el Colectivo Ilé, a través de los años de estas tres décadas, ha demostrado la firmeza y la importancia de seguir haciendo lo que empezó en la década de los 90″, señaló Abadía Rexach.

Explicó que una de las tendencias para acallar las denuncias sobre el racismo en Puerto Rico ha sido celebrar el mestizaje que termina invisibilizando las diversas experiencias.

“Particularmente, para las personas que nos vemos típicamente negras... una cosa es el genotipo (información genética hereditaria), todo el mundo es mezclado, pero el fenotipo (término que se refiere a los rasgos observables de una persona) dice otra cosa, en cómo te van a tratar, en qué acceso tienes, qué privilegios o no tienes, qué derechos se te garantizan o no”, abundó.

Del mismo modo, Díaz Torres mencionó algunos desafíos que siguen afectando el trabajo antirracista en Puerto Rico, como la falta de estadísticas segregadas por raza. Ambas denunciaron que se eliminó la variable raza en las estadísticas de personas encarceladas o en los datos de las personas que no tienen hogar.

“Urge la necesidad de recopilar datos estadísticos segregados por raza. Siempre pienso que es muy a propósito, pero eso es un elemento muy importante para visibilizar cómo este sistema racial afecta las vidas de las personas negras y afrodescendientes en este país”, explicó.

Recalcó la importancia de la educación antirracista desde grados elementales porque tiene efectos positivos en una identidad racial saludable.

“Se nos roba nuestra historia desde demasiado temprano y se nos enseña una imagen muy racista de nuestro origen. Tenemos que trascender del mito de la mezcla amorosa y armoniosa de las tres razas, porque si fuera armoniosa, los referentes de la negritud fueran más presentes, positivos y conocidos”, insistió.

Abadía Rexach reiteró que otro problema es la inequidad racial a través del sistema de justicia penal.

“Existe racismo cultural, racismo lingüístico, racismo ambiental… en el que sobreviven las personas en el sur de Puerto Rico y todas esas lideresas que históricamente han estado salvaguardando la vida en sus comunidades y no se les reconoce como debería ser”, opinó.

Visibilizan profesionales negras

Desde 2019, la organización también produce el programa radial “NEGRAS”, transmitido por Radio Universidad de Puerto Rico y plataformas digitales.

Abadía Rexach conduce el segmento que se transmite todos los viernes, a las 3:00 p.m., y detalló que la iniciativa reconoce las aportaciones de mujeres negras y afrodescendientes en diversos campos.

“Ilé es sentimiento. Nos queremos como hermanas y estamos todas sufriendo lo mismo, el racismo de una manera u otra... en nuestra piel o en la del prójimo, en la política, sociedad, salud. El racismo está en todo, y qué bueno que la divinidad me hizo chocar con este hermoso grupo para combatirlo”, describió Afrika Clivillés, otra mujer clave en la resistencia de Ilé.

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