Al llegar a la casa de una pareja de adultos mayores, en Guánica, para llevar una compra de emergencia, el personal de la Fundación MMM vio explícitamente la razón de ser del programa Adopta un Viej@, que busca atender la inseguridad alimentaria en la población de 62 años en adelante.

“Cuando llegamos a la casa, ese matrimonio estaba en el patio haciéndose una sopa de paloma, porque ya no tenían nada para comer y el señor había logrado cazar una paloma”, recordó Carla Haeussler Badillo, directora ejecutiva de la Fundación MMM.

Según el Perfil Sociodemográfico de la Población de Adultos Mayores, el 39.0% de las personas de 60 años o más, en Puerto Rico, vive por debajo del umbral oficial de pobreza. Guánica tiene la mayor densidad de esta población empobrecida, con 59.9%.

Los niveles de pobreza inciden en las tasas de inseguridad alimentaria en las poblaciones mayores. Este es el fenómeno que busca atender la iniciativa Adopta un Viej@ que, desde finales de 2022, entrega compras personalizadas a 250 personas de 62 años en adelante, que así lo necesiten.

“La mayoría de los adultos mayores reciben, muchos de ellos, la tarjeta del PAN (Programa de Asistencia Nutricional) y los fondos de la tarjeta del PAN no están rindiendo para alimentar a un ser humano por un mes entero. Más o menos, está rindiendo como para dos semanas”, alertó Haeussler Badillo.

La directora ejecutiva de la Fundación MMM explicó que “adoptar a un viejo”, como parte del programa, implica la donación de $1,800 anualmente, lo que cubre una compra mensual, de alto valor nutricional, adaptada a las necesidades y gustos de cada participante.

Aunque han atendido a más 250 personas –que van desde los tempranos 60 hasta los 102 años–, aún tienen a algunos 45 adultos mayores en lista de espera por entrar al programa. Por eso, la Fundación MMM se encuentra en búsqueda de empresas que apoyen la iniciativa, compartió la líder de la organización.

“Alrededor de 45 personas tenemos ahora mismo en lista de espera, y por eso es que pensamos que la manera más fácil y rápida de atender este asunto es a través de donativos corporativos, porque un donativo de $1,800 en una empresa, por lo general, es algo relativamente fácil para hacer ellos. Así, podemos más rápidamente lograr ubicar a todas esas personas en seguridad alimentaria”, señaló Haeussler Badillo, al destacar que las aportaciones de empresas e individuos son 100% deducibles de las planillas de contribución sobre ingresos estatales y federales.

Desde 2022, el 65% de las personas que apadrinan han optado por renovar la donación, año tras año, pero queda el restante 35% para el que tienen que gestionar la recaudación de fondos, de manera que no les falte la compra en su hogar. De igual forma, las donaciones son necesarias para ampliar el alcance del programa.

“Por lo general, recibimos el donativo y nosotros, entonces, ubicamos a la persona. Siempre le hacemos llegar al donante la foto de la persona con el nombre, el teléfono y el municipio donde reside, por si el donante quiere entablar una relación más personal con esta persona. Algunos lo han hecho, otros no”, expresó.

La Fundación MMM ha recaudado $375,000 para proveer los alimentos para los participantes. Haeussler Badillo sostuvo que, inicialmente, las compras anuales tenían un valor de $1,500, lo que aumentó a $1,800 con la inflación.

Aparte de la donación a cada participante, la entidad lleva los alimentos directamente a las casas, que pueden estar en lugares recónditos, explicó Haeussler Badillo, al destacar que otro de los grandes retos de los adultos mayores es la movilidad.

Sobre las condiciones en las que viven los participantes, indicó que hay una diversidad de situaciones y contextos, incluyendo personas que viven solas, que no quisieron emigrar con sus familias tras las múltiples crisis que ha vivido el país. También, tienen casos de adultos mayores abandonados y otros cuyos hijos no los procuran por experiencias negativas durante su crianza.

“Cuando empiezas a visitar hogares, te das cuenta que, en Puerto Rico, hay tanta pobreza… que no se habla jamás. Se destapó un poco con (el huracán) María (en 2017), pero no se habla”, consideró.

Los participantes de Adopta un Viej@ son referidos principalmente del Departamento de Trabajo Social del plan médico MMM, aunque no tienen que estar afiliados a esta aseguradora para ser parte del programa.

“Como ellos (trabajadores sociales) están en la calle todo el tiempo directamente con las personas, identifican los casos y nos los refieren. Pero, aparte de eso, una vez que una persona es adoptada, todo el vecindario se entera y ellos mismos empiezan a llamar, a pedir la ayuda, a pasar por el proceso de validación”, describió Haeussler Badillo.

Con la expectativa de ampliar el número de participantes, la directora ejecutiva de la Fundación MMM reiteró que toda persona o empresa que desee apadrinar la alimentación sana de un adulto mayor puede visitar la página web adoptaunviejo.org o llamar al (939) 303-2167.

“Invitamos a las empresas y ciudadanos a unirse a este esfuerzo humanitario y apadrinar a uno de nuestros participantes. Con su ayuda, podrán garantizar un año de alimentación adecuada para un adulto mayor que lo necesite. Estamos convencidos de que el sector privado responderá con su acostumbrada generosidad y compromiso”, añadió.