En la continuación de las vistas de revisión tarifaria, el principal oficial ejecutivo (CEO) de Genera PR, Winnie Irizarry, reconoció este lunes estar preocupado por los efectos que pueda tener la situación financiera de su matriz, New Fortress Energy (NFE), en sus operaciones en Puerto Rico.

“En el caso de que NFE pase por algún proceso de reestructuración, pues sí, Genera se puede ver afectado. Esa es la parte que me preocupa a mí”, expresó el ejecutivo, ante preguntas de oficial examinador del Negociado de Energía Scott Hempling.

Irizarry aseguró que conoce “solo lo que ha salido público” del estado fiscal de NFE y que no ha tomado ninguna decisión en Genera PR basándose en la realidad económica de su matriz.

Asimismo, dejó claro que Genera opera completamente independiente a NFE y que su matriz no tiene injerencia en las decisiones del “día a día” de la empresa que opera la flota generatriz de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE).

Tan reciente como la semana pasada, la Junta de Supervisión Fiscal otorgó la aprobación final al contrato entre NFE y el gobierno de Puerto Rico para el suministro de gas natural licuado. El acuerdo se pactó por un valor estimado en $3,180 millones a lo largo de los primeros siete años. La expectativaes que produzca economías de $54 millones anuales en el sector de generación de energía, según gobierno.

“¿Cómo afectaría el trabajo, señor Irizarry?“, preguntó Hempling.

“Hay cláusulas en el contrato de Genera de ‘default’, que si le pasa algo a la matriz, se puede ver afectado también”, respondió Irizarry, quien mencionó que Genera no tiene un plan de contingencia ante una potencial reestructuración de NFE.

“¿Se refiere a las disposiciones del contrato que establecen que, en caso de quiebra involuntaria por parte de Genera o su garantizador, la P3A (Autoridad para las Alianzas Público Privadas) tiene derecho a rescindir el contrato?“, cuestionó el oficial examinador.

“Sí, si llegamos a esos momentos, sí, el gobierno de Puerto Rico y las P3 tienen esa cláusula en el contrato que pueden ejercer”, ripostó el CEO de Genera PR.

En esa línea de preguntas, Irizarry reconoció que el aumento del uso de gas natural para la generación eléctrica en Puerto Rico podría redundar en mejorar la situación financiera de NFE, si es que es esta empresa la que suple el combustible.

No obstante, señaló que el fin de Genera es gasificar más plantas generatrices para producir ahorros, lo que corre independiente al hecho de que su matriz pueda ser un suplidor. Incluso, resaltó que NFE suple el combustible para el 25% del gas, cuando la quema de este combustible fósil produce el 50% de la energía en Puerto Rico.

“Genera tiene a dos suplidores más de gas natural (aparte de NFE) y ese debe ser el fin de nosotros: buscar ahorros para que los clientes paguen menos por el consumo de combustible. El gas natural es el combustible más barato, comparado con los otros combustibles que usamos”, expuso Irizarry, quien señaló que la gasificación es parte de la política pública del gobierno, aunque hay unidades que pueden también funcionar con diésel.

NFE llegó a un acuerdo de moratoria con varios de sus acreedores al no cumplir con un pago que debió efectuar a mediados de noviembre. Días antes, la empresa informó a la Comisión de Bolsas y Valores (SEC, en inglés) que no podría radicar a tiempo su informe para el tercer trimestre de este año y adelantó la posibilidad de que no pagaría a sus acreedores según acordado. La empresa informó que los acreedores le dieron aproximadamente hasta el 15 de diciembre para efectuar el pago de intereses correspondiente a sus notas corporativas con vencimiento en el 2029.

El panel de la mañana del lunes estuvo enfocado en conflictos de interés, por lo que tanto el CEO de Genera como el de LUMA Energy, Juan Saca, enfatizaron en que sus empresas matrices no tienen que ver con su operación en Puerto Rico y que cualquier licitación en la que participen, la trabaja la Oficina Independiente de Adquisiciones (3PPO) de la Autoridad de Alianzas Público Privadas.

Ante las preguntas de Corey Brady, uno de los abogados de los bonistas, Irizarry sostuvo que a Genera PR no le interesa renovar el contrato de operación de la flota generatriz de Puerto Rico, que está vigente hasta 2033. Más bien, dijo que su intención es decomisar las plantas viejas, lo que todavía no ha podido comenzar.

Por eso, respondió en la afirmativa cuando Brady preguntó si, al Genera haberse creado para asumir el rol que tiene, entonces, al final de su contrato dejaría de existir.