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Gerica Santiago compró esta propiedad, en 2017, con una certificación de la Agencia federal de Protección Ambiental (EPA, en inglés) de que el vertedero de Toa Alta cerraría ese mismo año. A esta fecha, la instalación sigue operando y la madre de dos niños apenas pasa tiempo en su hogar por “la incomodidad de no poder ni asomarse por la puerta sin ver basura”.
Gerica Santiago compró esta propiedad, en 2017, con una certificación de la Agencia federal de Protección Ambiental (EPA, en inglés) de que el vertedero de Toa Alta cerraría ese mismo año. A esta fecha, la instalación sigue operando y la madre de dos niños apenas pasa tiempo en su hogar por “la incomodidad de no poder ni asomarse por la puerta sin ver basura”.

Toa Alta - La montaña de basura descubierta es tan alta que parece que arropa la residencia de Gerica Santiago, quien solo se asoma al exterior con mascarilla puesta y prefiere dormir en la casa de su madre, “lejos de este problema”.

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