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Uno de los salones de Ciencia de Saint John’s School está equipado con un observatorio de abejas, una caja de cristal que permite que estos insectos entren y salgan a través de un hueco en la pared.
Uno de los salones de Ciencia de Saint John’s School está equipado con un observatorio de abejas, una caja de cristal que permite que estos insectos entren y salgan a través de un hueco en la pared. (David Villafañe Ramos)

El devastador impacto del huracán María sobre la población de abejas en la isla motivó a la estudiante Isabelle Ramseyer a desarrollar una iniciativa que educa sobre la importancia de esta especie en el planeta y, al mismo tiempo, fomenta su conservación.

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