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En la actividad, participaron líderes comunitarios de Puerto Rico y ciudades con presencia boricua en  Estados Unidos. A la derecha, el director del Centro de Estudios Puertorriqueños del Hunter College, Edwin Meléndez.
En la actividad, participaron líderes comunitarios de Puerto Rico y ciudades con presencia boricua en Estados Unidos. A la derecha, el director del Centro de Estudios Puertorriqueños del Hunter College, Edwin Meléndez. (Vanessa Serra Díaz)

Vivian Moreno llegó el viernes desde Providence, Rhode Island, con la idea de aportar, en lo que pudiera, en la reconstrucción de Puerto Rico desde las comunidades.

Le preocupa la fiabilidad de las estadísticas que produce el gobierno de Puerto Rico y el crisol político-partidista con que se miran muchos asuntos públicos.

Ayer, la meta detrás de un taller organizado por el Centro de Estudios Puertorriqueños del Hunter College era resolver, en cierto modo, el asunto de los datos.

La idea era simple: crear una base de datos entre las distintas comunidades de Puerto Rico para así dejar de depender de la información del gobierno, y mover la ayuda y los recursos a los sitios donde se necesitan.

“Necesitamos esa información, que no sea del gobierno o los partidos, sino que venga del pueblo”, dijo Moreno, quien por años ayudó en la coordinación del Festival Cultural Puertorriqueño en la ciudad de Providence.

Se hablaba del Mapa de la Reconstrucción de Puerto Rico. La idea es usar la tecnología disponible para identificar las iniciativas cívicas, sus proyectos, necesidades, asuntos de infraestructura, facilidades disponibles, entre otros asuntos que podrían ser pertinentes en los proyectos para mejorar el país tras el catastrófico huracán María.

“La idea es que las comunidades se comuniquen y se puedan ayudar. Una comunidad con un proyecto puede entrar al sistema la iniciativa, y las demás comunidades, dentro o fuera, que puedan ayudar, pueden identificar el proyecto y ofrecer la ayuda”, explicó Edwin Meléndez, director del Centro de Estudios Puertorriqueños del Hunter College.

El objetivo también es poder insertar a las comunidades en la discusión de los proyectos que se desarrollarían para la reconstrucción de Puerto Rico. De este modo, las iniciativas responderían a lo que necesitan las personas, y menos a lo que, desde el gobierno, se pueda impulsar como una solución a los problemas específicos en las vecindades.

Sostuvo que, en la medida en que las comunidades se preparen y documenten las necesidades, las oportunidades de desarrollo y de resiliencia podrán ser más efectivas influenciando al gobierno en el proceso.

“La idea es que haya una participación comunitaria efectiva”, dijo, por su parte, Carmen Concepción, directora de la Escuela Graduada de Planificación de la Universidad de Puerto Rico (UPR).

El taller de ayer formó parte de una serie de actividades desarrolladas la semana pasada por el Centro de Estudios Puertorriqueños, con sede en Nueva York, en las instalaciones de la UPR. El viernes, se llevaron a cabo talleres en los que se discutieron asuntos como los cambios en política pública que deberían generarse tras la catástrofe, la necesidad que tienen muchas organizaciones de voluntarios, la canalización de donativos, la comunicación entre las organizaciones y las herramientas tecnológicas disponibles, entre otros temas.


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