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Ante la falta de incorporación de la perspectiva de género en los nuevos currículos del Departamento de Educación, expertas en esta metodología a nivel internacional para combatir la violencia de género aseguraron este viernes que el secretario Eliezer Ramos Parés cedió a las presiones de ciertos grupos religiosos y fundamentalistas que se oponen a reconocer la diversidad.
“Ahora, el currículo es muy genérico, sin mirar la especificidad. Y es un discurso vacío porque, en términos reales, nosotros vivimos la vida atravesados por todas esas cosas, por toda esa diversidad. Además, se trata de una problemática muy concreta que se vive en Puerto Rico, que es la violencia de género”, explicó la doctora Loida Martínez Ramos, catedrática de la Facultad de Educación de la Universidad de Puerto Rico.
La catedrática indicó que veían venir la determinación de Educación desde la carta circular 32 del 2021-2022, en la que se indicaba que iba a ser un currículo de justicia y equidad, que era la nomenclatura que prefería utilizar la agencia. Compartió que, al menos, ha visto que la discusión de la perspectiva de género ha creado más conciencia sobre la importancia de la escuela en combatir la violencia.
El gobernador Pedro Pierluisi Urrutia firmó el 25 de enero de 2021 la orden ejecutiva del estado de emergencia que estableció el Comité de Prevención, Apoyo, Rescate y Educación (PARE). Una de las responsabilidades de PARE era “proponer programas de educación de perspectiva de género”.
En el portal de PARE, se define la perspectiva de género como: “una forma de ver o analizar que consiste en observar el impacto del género en las oportunidades, roles e interacciones sociales de las personas. Esta forma de ver es lo que nos permite realizar un análisis de género y luego transversalizar una perspectiva de género en un programa o política propuesta, o en una organización”.
“Estos grupos están funcionando a base de una creencia, de unos valores, de una determinada normativa que quieren imponer al resto”, dijo Martínez Ramos, quien formó parte del componente de PARE que recomendó lineamientos para el currículo de la equidad con perspectiva de género.
La directora del Observatorio de Equidad de Género, la doctora Irma Lugo Nazario, insistió en que Educación “debería presentar evidencia concreta porque el componente que trabajó desde PARE dió un marco conceptual”. Detalló que se ofrecieron, en febrero, adiestramientos a un equipo de la agencia, en el que denunció que el secretario llegó tarde.
“Hemos visto que el secretario se ha reunido varias veces con las compañeras del subcomité y decía unas cosas, pero en la práctica hemos visto otras. No vimos un compromiso de su parte en educarse en el tema”, denunció Lugo Nazario, quien también participó del subcomité de educación de PARE.
Asimismo, Martínez Ramos señaló que, en términos generales, la humanidad se ha ido moviendo a reconocer “la especificidad de la problemática de grupos en virtud de su marginación histórica”. Señaló que parte de las personas que reproducen violencia y discriminación contra otros sectores no debn ser quienes opinen sobre la educación con perspectiva de género.
“Si la orden ejecutiva plantea que el problema de la violencia tiene que ver con las formas en que se educa y se cría a la niñez y juventud, los grupos de interés que el departamento tenía que recurrir eran los que iban en la misma línea, pero lo que hace es que cede ante grupos que van en una línea totalmente opuesta. (…) La objeción mayor (de estos grupos) tiene que ver con el reconocimiento de las comunidades LGBTQ+”, expresó Martínez Ramos.
Por su parte, Ínaru Nadia de la Fuente Díaz, activista trans y portavoz de La Sombrilla Cuir, resaltó que la agencia también debía atender los reclamos de otros sectores que han sido discriminados desde la niñez en entornos educativos como las comunidades sexo-género diversas.
“Precisamente, nuestras vivencias evidencian que enseñar sobre el respeto no es suficiente. Puedes enseñar respeto en una iglesia, que lo muestran como que hay una persona que puede tener una opinión diferente a otra, y que, por ende, aunque no estés de acuerdo con la existencia de esa persona, tú le respetas, pero eso no evita que las personas tomen pasos concretos para quitarnos derechos”, dijo De la Fuente Díaz.
Además, explicó que el concepto de perspectiva de género no debe centrarse en lo binario (hombre y mujer) porque no es necesaria para atemperarse a las realidades actuales.
Insistió que lo importante debería ser visibilizar las particularidades de los retos que enfrentan las demás personas para “empatizar, entender y respetar”. “Para aprender sobre el respeto, tienes que ver las vicisitudes y lo que viven otras personas. Muchas personas piensan que solo es conocer los pronombres”, subrayó.