Aibonito - El 21 de marzo de 2013, a eso de las 10:00 de la mañana, Carmen Maldonado, una empleada gubernamental retirada, recibió la llamada que toda madre adora. Estaba limpiando una casa cuando sonó su celular. Llamaba Luis Rafael Gerena Maldonado, su único hijo, quien -a sus 22 años- trabajaba como paramédico y aún dormía al ella salir un rato antes de la casa en que vivían solos.