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Puerto Rico acaba de elaborar su nuevo Plan Integrado para la Vigilancia, Prevención y Tratamiento del VIH, que persigue cuatro objetivos principales, comenzando con reducir el número de casos nuevos de personas infectadas con el virus.
“Para prevenir nuevas infecciones, hay que implementar acceso a prevención. Hay que trabajar en eso”, enfatizó Alexie Lugo Canales, gerente de programa de la División de Prevención de ETS, VIH y Hepatitis Virales del Departamento de Salud.
El acceso al PrEP o profilaxis previa a la exposición, recalcó Lugo Canales, es clave para lograrlo. Facilitar pruebas de VIH, distribuir condones y repartir material educativo también forman parte de este esfuerzo, añadió.
El nuevo plan es parte de la Estrategia Nacional para la Erradicación del VIH y la Estrategia de Cuidado Continuo de la Casa Blanca, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) y el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos (HRSA).
La meta a largo plazo está fijada para el 2030: ponerle fin a la pandemia del VIH que, desde 1981, cuando se detectaron los primeros casos de sida en Estados Unidos, se han identificado 51,303 contagios en la isla.
En 2016, Puerto Rico presentó su Plan Integrado para el 2017-2021, y ayer, 1 de diciembre, Día Mundial de la Lucha contra el Sida, se divulgó, en la página web de Salud, la propuesta local para el Plan Integrado del 2022-2026.
Esta acción es requerida por el gobierno federal para recoger el insumo de la comunidad general con comentarios sobre el contenido del documento. El resultado final será enviado al CDC y HRSA el 9 de diciembre.
Como parte de la iniciativa, ya se han llevado a cabo talleres y foros comunitarios con grupos de interés para recoger su parecer dentro del análisis local sobre el panorama de VIH/sida en la isla, además de buscar áreas de oportunidad para mejorar la situación.
Otra de las metas que persigue el plan es mejorar los resultados en la salud de las personas con un diagnóstico positivo al VIH, y reducir las disparidades y desigualdades relacionadas con el virus, resaltó Lugo Canales. Además, el plan reitera la importancia de alcanzar una respuesta nacional más coordinada para atender la epidemia del VIH.
“Hay muchas áreas de oportunidad para reforzar el mensaje educativo. El VIH sigue siendo una situación de salud, pero más manejable con tratamientos (más efectivos que antes)”, indicó Lugo Canales.
Como parte de la Estrategia Nacional, señaló, se busca que las personas conozcan su estado serológico y que todos los pacientes de VIH reciban una atención y tratamiento de alta calidad, libre de estigma y discriminación.
Rompen mitos y el tabú
Con el PrEP, por ejemplo, ya se rompió con los mitos y el tabú de que se fuese a abusar de este medicamento, advirtió. Esto pues, según explicó, la persona debe reunir unos requisitos antes que el proveedor de salud que lo evalúe lo identifique como candidato para este medicamento.
“Desde 1997, se han ido reduciendo los casos de conversión (de VIH) a sida en Puerto Rico porque hay acceso a tratamientos, pero hay grupos con diagnósticos positivos a VIH donde la adherencia no se mantiene. Lo hemos visto según sube la edad (de la persona), tal vez, por otros medicamentos (que también tiene que ingerir). Por eso, hay que continuar trabajando en la adherencia a los medicamentos”, comentó.
Aumentar la cantidad de pruebas que se hacen, abordar los determinantes sociales y atender la salud mental de la población, que se ha agravado con los recientes desastres naturales, fueron otras áreas que el plan pide se trabajen con prioridad. También, promover acceso temprano a tratamiento y más orientación y educación sobre el VIH, otras infecciones de transmisión sexual y hepatitis virales.