Edwin García Soler era un niño cooperador, alegre, respetuoso y brillante. Así lo recuerda Mitzy Pérez, fundadora de la organización Kids 4 Green Culebra, a quien aún le parecen “inexplicables” los hechos en los que, en la noche del martes, falleció el niño de 12 años en la isla municipio.

“Nunca lo vi triste, no era un niño que le llamaban la atención, no era un niño que sacaba malas notas, no era un niño víctima de ‘bullying’. Al contrario, salían en grupo y él dejaba a un grupito aquí y él seguía caminando, como su casa era lejos”, recordó la mujer, quien por dos décadas, se ha dedicado a suplir las necesidades de los niños culebrenses.

La vida de Edwin, según lo que pudo ver Pérez, era la vida de un niño culebrense como cualquier otro, cuya vida transcurría entre la escuela, la playa y la comunidad donde corría bicicleta y jugaba con sus amigos.

Pero también, refleja una vida de carencias y situaciones sociales adversas que vive la niñez de la isla municipio que –aunque se normalizan– les limitan sus posibilidades de desarrollo pleno y la garantía de acceso a sus derechos. “Todos están expuestos a lo mismo”, aseguró.

“Edwin refleja un niño culebrense donde hay muchas situaciones sociales adversas que no conoces, porque no estás ahí, y para ellos es normal porque ese es su entorno, esa es su familia”, expuso.

Pérez recuerda la última vez que vio a Edwin. Fue aquella tarde antes de la tragedia, cuando lo llevó de la escuela a su hogar, como tantas veces había hecho. Al dejarlo, presumió que su mamá estaba dentro de la casa o trabajando, pues laboraba en un lugar aledaño a la vivienda.

Los comentarios sobre la situación se han apresurado a señalar a la progenitora del niño, quien lo dejó solo en el hogar mientras hacía gestiones en la isla grande. Sin embargo, Pérez fue testigo de una relación “excelente” entre Edwin y su progenitora, a quien describió como “intachable”.

El Nuevo Día vio un video de un taller de trabajo en equipo que hicieron, hace dos semanas, en el salón de la organización que dirige Pérez, en la Escuela Ecológica de Culebra, donde participaron tanto Edwin como su mamá.

“Si había una situación o actividad, porque Edwin no tenía mala conducta, se llamaba a la mamá y la mamá llegaba. ¿Qué tengo malo que decir? Nada. Nada, porque todo lo que yo vi de ella siempre estaba con él”, expresó la directora de Kids 4 Green Culebra.

Desde la muerte de Edwin, el mensaje de Pérez a los niños culebrenses ha sido que, si ven un arma de fuego, no la toquen.

Las complejidades de vivir en Culebra son inmensurables. Pérez relató que, desde que llegó a la isla municipio, en 2005, se percató que es común ver que los padres y madres dejen a sus pequeños solos o al cuidado de familiares cuando tienen que hacer gestiones en la isla grande, pues llevarlos consigo implica, muchas veces, que pierdan clases.

“No es que vas allí y viras. Es que tienes que coger una lancha y tardar dos horas mínimo ida y mínimo dos horas vuelta. Son cuatro horas”, destacó Pérez, quien explicó que, ante la realidad, los culebrenses optan por organizar sus viajes para hacer todas las diligencias necesarias.

Si bien las vicisitudes son normales, en el contexto isleño, no quiere decir que esté bien. Por eso, hace dos décadas, nació Kids 4 Green Culebra, que ha mantenido el mismo objetivo desde el inicio: desarrollar programas educativos de alto impacto socioemocional y socioeconómico creando nuevas experiencias, oportunidades y visión de crecimiento personal y profesional para los jóvenes culebrenses.

“Hemos estado creando herramientas, oportunidades, experiencias y programas que minimicen ese rezago, que los expongan a unas experiencias de vida grandes y que puedan tener los mismos derechos y oportunidades que el resto de los niños puertorriqueños”, puntualizó la mujer.

Hace tres años tienen disponible un salón que atiende a los estudiantes de la Escuela Ecológica de Culebra, durante los períodos libres. Desde allí, se gestionan talleres y recursos, que van desde artículos de higiene personal hasta ropa y artículos escolares. Igualmente, buscan exponerlos a experiencias fuera de la isla municipios, de manera que su visión de mundo se amplíe.

Sin embargo, la necesidad real surge a partir de las 3:00 p.m., cuando los pequeños salen de la única escuela en Culebra y se enfrentan a la precariedad de sus hogares. Por eso, Pérez recalcó la necesidad de crear un centro comunitario, que esté disponible las 24 horas de todos los días. Un lugar seguro y supervisado, donde los pequeños puedan estar cuando salgan de clases e, incluso, pernoctar cuando haga falta.

Para esto, contó Pérez, el alcalde de Culebra, Edilberto Romero, prometió en 2021, donar cinco cuerdas de terreno para la construcción del centro. Esta gestión aún no se ha concretado y es esencial para que la organización pueda comenzar a gestionar los fondos para la construcción de las instalaciones.

Las personas interesadas en apoyar la gestión de la organización, pueden aportar mediante ATH Móvil, en la parte de “Donate” o donaciones bajo la cuenta Kids4GreenCulebra. Para conocer más de su labor, puede visitar kids4greenculebra.org o llamar al 787-742-3000.