

26 de junio de 2025 - 9:15 AM
Como médico de guardia del Hospital Municipal de San Cayetano, distrito situado en el sudeste de la provincia de Buenos Aires, los días 26 y 27 de octubre de 2019, Cristian Rodríguez atendió a Isabel G. L., una vecina. La revisó en su casa y en el centro de salud, desde donde le dio el alta. La mujer, a las pocas horas, empeoró y él volvió a atenderla en su domicilio. Tras evaluarla, ordenó su traslado al hospital donde, finalmente, falleció.
Rodríguez, que presentaba un título supuestamente expedido por la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y una matrícula nacional de médico rubricada, en teoría, por el Ministerio de Salud de la Nación, trabajó además desde 2014 en un sanatorio de Villa Adelina, en San Isidro; en una clínica de Munro y un sanatorio de Olivos, en Vicente López, en una empresa tabacalera y un centro de diagnóstico y tratamiento situados en Martínez, también en la zona norte del conurbano.
Ahora, Rodríguez está detenido con prisión preventiva. Está acusado de ejercer ilegalmente la medicina, según una investigación del fiscal federal Carlos Rívolo.
“Específicamente y en lo que aquí interesa, se verificó, entre otros, la falsedad de un título de médico atribuida su expedición a la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires con fecha 18 de diciembre de 2013 y una matrícula nacional de médico número 148.145 supuestamente expedida por el Ministerio de Salud de la Nación”, sostuvo el juez federal Sebastián Casanello al fundamentar el procesamiento con prisión preventiva de Rodríguez. El magistrado trabó un embargo sobre los bienes del sospechoso hasta cubrir la suma de $100.000.000.
En la resolución, a la que tuvo acceso LA NACION, el juez Casanello explicó: “Ha quedado demostrado que Rodríguez brindó atención médica sin contar con el título habilitante de profesional médico a Isabel G. L. tanto en el hospital municipal de San Cayetano como en su domicilio particular y que estuvo a cargo de sus cuidados los días previos a su fallecimiento”.
Según las declaraciones testimoniales incorporadas en el expediente, Rodríguez asistió a la vecina de San Cayetano en la guardia del hospital y en una ambulancia. Todo fue corroborado, además, por historia clínica digital de la paciente, que tenía 86 años.
“El análisis de la conducta de Rodríguez en este tramo de la imputación me lleva a la conclusión de que el nombrado incurrió en el delito previsto en el artículo 106 del Código Penal de la Nación que reprime a quien ‘pusiere en peligro la vida o la salud de otro, sea colocándolo en situación de desamparo, sea abandonando a su suerte a una persona incapaz de valerse y a la que deba mantener o cuidar o a la que el mismo autor haya incapacitado, será reprimido con prisión de entre dos y seis años. La pena será de reclusión o prisión de entre tres y diez años, si a consecuencia del abandono, resultare grave daño en el cuerpo o en la salud de la víctima. Si ocurriere la muerte, la pena será de entre cinco y 15 años de reclusión o prisión’. En efecto, el imputado deberá responder en calidad de autor por haber abandonado a su suerte a Isabel G. L., quien se encontraba en una situación de manifiesta vulnerabilidad, siendo una paciente de 86 años de edad, con múltiples problemas de salud (hipertensión arterial, insuficiencia cardíaca congestiva, dislipemia, diabetes, postrada, artrosis) y presentando un cuadro que requirió asistencia médica domiciliaria en dos oportunidades consecutivas el día 26 de octubre de 2019″, explicó el magistrado en la citada resolución.
Al fundamentar el procesamiento, el juez Casanello afirmó: “Rodríguez incrementó el riesgo para la vida y salud de la víctima, al hacerse cargo de su atención médica sin poseer los conocimientos, competencias y habilitación legal necesaria, privándola de la posibilidad de recibir asistencia médica real y efectiva por parte de un profesional debidamente capacitado y como consecuencia de ello se produjo su deceso el 27 de octubre de 2019″.
No hay dudas, sostuvo el juez en el fallo, de que Rodríguez conocía la falsedad de los documentos [el título y la matrícula de médico] porque no egresó de la Facultad de Medicina y los utilizó para engañar a las víctimas (empleadores y pacientes).
“Se ubicó en posición de garante, omitiendo proveer luego los auxilios necesarios, pese a haber conocido también la existencia del riesgo y delicado estado de salud de Isabel G. L. [la vecina de San Cayetano]. Todas estas circunstancias son prueba de la existencia de dolo en su conducta”, explicó el magistrado.
Además de trabajar en hospitales públicos y clínicas y sanatorios privados, Rodríguez atendió a pacientes en un consultorio situado en Moliere al 1600, en el barrio porteño de Monte Castro.
El falso médico ya había citado a prestar declaración indagatoria cuando, a principios de mayo pasado, se presentó un testigo, cuya identidad se mantiene en reserva en el expediente, que aportó los datos sobre el trabajo de Rodríguez en el consultorio de la calle Moliere.
“El 9 de mayo pasado una persona -cuya identidad se encuentra reservada- se comunicó con la fiscalía manifestando que Rodríguez continuaría ejerciendo la medicina. Se le recibió declaración testimonial, oportunidad en la que explicó que el investigado continuaba trabajando en el consultorio médico situado en Moliere 1649, haciéndose pasar por médico utilizando el número de matrícula 148.145. En efecto, luego de materializarse ciertas medidas de investigación y corroborarse los últimos hechos denunciados, se procedió a la detención del encausado con el objeto de recibirle declaración indagatoria, y se procedió al allanamiento de la propiedad donde se ubicaba el consultorio referido secuestrándose documentación y efectos vinculados a la pesquisa”.
El allanamiento y detención del sospechoso estuvieron a cargo de detectives de la División Delitos Contra la Salud Pública de la Policía Federal Argentina (PFA).
El procedimiento, los detectives policiales secuestraron un equipo para hacer ecografías, 79 agujas, 24 jeringas, 20 ampollas de vidrio, 79 ampollas de vidrio de varios inyectables, 22 bolsas de nylon transparente con artículos varios de insumos médicos, un aparato similar a un tensiómetro, documentación a nombre del falso médico, una bicicleta para realizar ergometrías, fichas médicas, cuatro teléfonos celulares, una libreta, dos computadoras, una receta con el nombre y apellido del detenido con la inscripción médico cardiólogo.
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