

25 de junio de 2025 - 9:44 AM
Más de dos semanas han pasado desde el día del atentado contra el precandidato presidencial y senador Miguel Uribe Turbay. La investigación, que se activó desde el momento del suceso, sigue revelando nuevos detalles y el testimonio de Katherine Martínez, alias “Gabriela”, ha permitido conocer más del hecho desde la mirada de los responsables.
La joven, de 19 años, viajaba en el carro desde el cual se le entregó el arma al menor que terminó disparando a la cabeza del precandidato presidencial. En su testimonio, contó sobre la logística, detalles de la operación y cuánto le ofrecieron por participar en el atentado.
Aunque Katherine Martínez es quien ha dado el último testimonio conocido por la Fiscalía y difundido por Semana y Noticias caracol en el que se cuentan los detalles de la operación, la investigación ha determinado los acuerdos que se tenía en cuestión de pagos a los responsables del hecho, quehabría sido coordinado por Elder Arteaga, “El costeño”.
El menor, autor material del hecho, contó, apenas lo arrestaron, que había cometido el crimen “por plata”. La indagación, en sus primeros días, reveló que le ofrecieron 20 millones de pesos ($5,063) por llevar a cabo el atentado y que estos le serían transferidos únicamente luego de que se hiciera la operación.
La promesa que le hicieron al menor contrasta con lo revelado por ‘Gabriela’, quien en su testimonio aseguró que, luego de entregarle el arma al menor y salir del vehículo para caminar por el sector en dirección al parque, Arteaga le confesó que “era una vuelta suicida”. En la operación, según lo revelado por la joven, se esperaba que el menor muriera.
Ella, por su parte, contó que tenía dos posibilidades de remuneración por haber participado en el atentado. “El costeño” y “Gabriela” se conocieron, según la joven, dos meses antes del atentado desde el momento en que le hizo varias solicitudes para transportar y almacenar armas y bombas. Para el ataque contra Uribe, el acuerdo fue el siguiente, según el relato.
Si el precandidato presidencial moría, que era el propósito principal del crimen, la mujer recibiría mucho más de la suma que ganaría si no sucedía. En el primer caso, el pago era de “10 millones de pesos” ($2,433); en el segundo, la joven asegura que le pagarían “600,000 o 700,000 pesos, por llevar el arma”.
La intención de asesinar a Miguel Uribe también se confirma en el testimonio de Carlos Mora, conductor del Spark en donde se movilizaron. “(Arteaga) Me dijo: ‘¿Va a hacer una operación de meterle plomo a alguien?’”, menciona el relato del hombre, quien aseguró que le ofrecieron cinco millones de pesos “si le servía de patrulla”.
“El costeño” habría coordinado toda la logística desde tiempo atrás. Incluso, él habría sido quien contactó al menor, según “Gabriela”. Luego del atentado, cuenta la mujer que le dijo que se fuera para Florencia, Caquetá, en donde podría “estudiar lo que quisiera” con estructuras guerrilleras que allí operan.
En ese lugar se tenía que entrevistar con otro hombre. El día que la arrestaron finalmente, relata, salió a tomar algo porque estaba cansada y fue capturada por las autoridades.
Además de dar detalles sobre el operativo y la suma de dinero que le ofrecieron, la mujer no pudo dar más detalles sobre el paradero de “El Costeño” quien le habría manifestado que huiría a Barranquilla.
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