Colombia - Un artefacto explosivo improvisado, colocado por el Eln en zona rural de Yondó, Antioquia, lesionó gravemente a Sansón, un perro del Ejército, que evitó una tragedia mayor al detectar el dispositivo, protegiendo a 36 soldados y civiles que se encontraban en el lugar.

El caso se registró el jueves 10 de julio, alrededor de las 10:00 a.m., cuando una detonación resonó en la vereda La Raya. La explosión generó una densa nube de humo que cubrió a un pelotón que realizaba labores de reconocimiento en la zona, confirmando los riesgos por la presencia de minas y otros explosivos en el área.

Entre los escombros y la vegetación, el soldado Carlos Eduardo Beleño González buscó a su compañero canino, un perro de raza belga malinois de cinco años que fue adiestrado para identificar explosivos, había sido parte clave del Grupo EXDE del Ejército.

Herido y con una pata severamente dañada, el animal logró arrastrarse hacia su guía. Sansón había activado el explosivo durante su labor de detección, siguiendo su entrenamiento y evitando que el dispositivo afectara al personal militar y a los campesinos de la región.

Autoridades atribuyen la instalación del artefacto al Frente Édgar Amílkar Grimaldo Barón, del grupo guerrillero. La ubicación del explosivo, en una ruta de tránsito frecuente para la comunidad, evidencia el incumplimiento de normas del derecho internacional humanitario.

El canino se encuentra en recuperación en una clínica veterinaria especializada. La amputación de su extremidad implica el fin de su servicio activo. Su guía, quien lo entrenó desde los tres años, permanece a su lado, reforzando el vínculo formado durante más de año y medio de trabajo conjunto.