Graz - El exalumno que mató a nueve estudiantes y a un maestro en una escuela en Austria y luego se quitó la vida planeó el ataque en detalle, pero parece haber disparado a sus víctimas al azar y los investigadores aún no han podido determinar su motivo, dijeron las autoridades el jueves.

El joven de 21 años había dejado la escuela secundaria BORG Dreierschützengasse en Graz hace tres años, interrumpiendo sus estudios después de asistir durante tres años, dijo la policía. Dijeron que no sabían de ninguna conexión personal entre el pistolero y los estudiantes a los que disparó, pero que uno de los dos maestros a los que disparó le había enseñado una vez. Todavía estaban investigando si ese era un factor.

El ataque llevó a Austria a declarar tres días de luto nacional, y una gran cantidad de velas se han colocado en la plaza principal de Graz y fuera de la escuela.

El agresor, un austriaco que vivía con su madre cerca de Graz y a quien las autoridades se han negado a identificar, utilizó una escopeta de dos cañones Mercury y una pistola Glock 19 en el tiroteo. Michael Lohnegger, jefe de la oficina de policía criminal de la provincia de Estiria, dijo que llegó a la escuela el martes por la mañana con una mochila que contenía las armas, y se puso equipo que incluía gafas de tiro y un auricular en un baño antes de comenzar un tiroteo de aproximadamente siete minutos.

Abrió fuego indiscriminadamente en el tercer piso del edificio antes de abrir a tiros la puerta cerrada de un aula del cuarto piso y nuevamente disparar indiscriminadamente, dijo Lohnegger en una conferencia de prensa. Lohnegger dijo que tenía suficiente munición para seguir disparando y no estaba claro por qué no lo había hecho; el agresor luego regresó al baño y se disparó fatalmente en la cabeza.

Una búsqueda en su casa descubrió una carta de despedida y un video, que Lohnegger dijo que sumaban “una disculpa dirigida a su familia por el crimen y un agradecimiento general”, pero no ofrecieron “ninguna indicación de un motivo”.

También encontraron una nota escrita a mano que mostraba que había planeado el ataque “hasta el más mínimo detalle”, estableciendo cómo procedería, pero sin dar una fecha para el crimen. Sugirió que no había tenido tiempo suficiente para construir una bomba casera completamente funcional, y los investigadores encontraron una que no habría funcionado.

Lohnegger dijo que había surgido una imagen de “una persona muy introvertida” que en gran medida no participaba en actividades del mundo real, y que su gran pasión era participar en juegos de disparos en primera persona en línea.

“Pero incluso aquí, no hay información de su entorno personal de que alguna vez haya expresado ira o resentimiento hacia la escuela, los estudiantes o los maestros”, agregó. El hombre no tenía antecedentes policiales y “definitivamente no hubo problemas particulares con él en esta escuela”.

El tirador estaba en formación profesional no especificada en el momento del ataque, dijeron los investigadores.

Había comprado la escopeta legalmente en Graz a principios de abril, y la pistola en otra tienda de la ciudad a finales de mayo. Tenía una licencia para poseer armas que requería un informe de un experto psicológico, que aparentemente se produjo en marzo.

A partir de marzo, participó en prácticas de tiro cinco veces en un club de tiro en Graz, utilizando un arma de fuego alquilada, dijo Lohnegger.

Los estudiantes asesinados eran seis niñas y tres niños de entre 14 y 17 años. Once personas resultaron heridas en el ataque, y las autoridades dijeron el miércoles que sus vidas no corrían peligro.