Little Rock — Dos empleados de una prisión de Arkansas de donde se fugó un recluso conocido como el ’Diablo en los Ozarks’ han sido despedidos por violaciones de las normas, dijeron el jueves funcionarios de prisiones, mientras se enfrentaban a preguntas de los legisladores, quienes dijeron que la fuga apunta a problemas más profundos.

El jefe de la Junta de Correcciones de Arkansas dijo a los legisladores estatales que las violaciones permitieron a Grant Hardin escapar de la prisión de Calico Rock vistiendo un uniforme improvisado de las fuerzas del orden el 25 de mayo. Pero los funcionarios han dicho que no había evidencia de que los empleados ayudaran a sabiendas a la fuga de Hardin.

Uno de los empleados despedidos había permitido a Hardin entrar sin supervisión en un muelle de cocina exterior y el otro empleado trabajaba en una torre y había abierto la puerta por la que Hardin pasó sin confirmar su identidad, dijo el presidente Benny Magness.

‘Si alguno de ellos hubiera seguido la política, no habría sucedido’, dijo Magness a los miembros del subcomité de instituciones benéficas, penales y correccionales del Consejo Legislativo.

Hardin fue capturado a 2.4 kilómetros al noroeste de la prisión de Calico Rock el 6 de junio. Las autoridades dijeron que escapó poniéndose un traje diseñado para parecerse a un uniforme de las fuerzas del orden. Magness dijo que el traje fue hecho a mano de un uniforme de recluso y un delantal de cocina teñido de negro con un marcador, mientras que una tapa de lata de sopa y una cubierta de la Biblia fueron diseñados para parecerse a una insignia.

Los legisladores dijeron que la fuga apuntaba a problemas sistémicos más allá de los dos empleados, incluyendo cómo Hardin fue capaz de diseñar el uniforme falso sin que los guardias se dieran cuenta.

‘Creo que tenemos problemas importantes aquí que deben ser tratados’, dijo el senador republicano Matt McKee, quien copreside el subcomité.

Hardin, un ex jefe de policía en la pequeña ciudad de Gateway, cerca de la frontera entre Arkansas y Missouri, está cumpliendo largas condenas por asesinato y violación. Fue el tema del documental de televisión ‘Devil in the Ozarks’.

Después de su captura, Hardin fue trasladado a una prisión de máxima seguridad en Varner, una pequeña comunidad a unos 125 kilómetros al sureste de Little Rock.

Hardin se ha declarado no culpable de un cargo de fuga y está previsto que vaya a juicio en noviembre.

Hardin tenía un trabajo en la cocina de la prisión y no había tenido ningún problema disciplinario durante su tiempo allí.

Además del uniforme, Hardin fabricó una escalera con paletas de madera que estaban en el muelle y también tomó sándwiches de mantequilla de maní de la prisión para sobrevivir después de su fuga, dijeron el jueves funcionarios de prisiones a los legisladores.

Hardin planeaba usar la escalera para escalar la cerca y escapar si la puerta no se abría para él, dijo Dexter Payne, director de la división de corrección.

‘Hay un montón de cosas que hizo sin ser notado y sin darse cuenta’, dijo el senador republicano Ben Gilmore durante la audiencia. ‘No creo que se pueda culpar sólo a dos personas por eso’.

Los miembros del panel también dijeron que la fuga de Hardin apunta a la necesidad de examinar un sistema de clasificación que colocó a un asesino convicto en lo que es principalmente una instalación de seguridad media.

Payne dijo que una revisión crítica del incidente de la fuga planeada para finales de este mes puede determinar si otros empleados se enfrentarán a despidos, degradaciones o acciones disciplinarias. También determinará qué otros cambios de política pueden ser necesarios, dijo.

La Policía Estatal también está investigando la fuga para determinar si alguna ley, política o procedimiento fue violado en la fuga. El coronel Mike Hagar, jefe de la policía estatal y secretario de seguridad pública, dijo que el informe final sobre la investigación puede ser completado en 30 días.

Thomas Hurst, alcaide de la prisión -formalmente llamada Unidad Central del Norte- dijo que la Policía Estatal no fue notificada inmediatamente de la fuga, aunque la policía local sí lo fue, culpando a una falta de comunicación.

‘No hay nadie más avergonzado por (la fuga) que yo’, dijo Hurst. ‘No es bueno. Fracasamos, y lo entiendo’.