Lo que prometía ser una noche inolvidable en la “Residencia” de Bad Bunny en el Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot terminó en decepción para un joven residente del municipio de Arroyo víctima de un esquema de fraude mediante la compra de taquillas falsas.

De acuerdo al informe del Negociado de la Policía, el fraude fue reportado a las 7:00 p.m. de ayer, martes, en los predios del Distrito T-Mobile, en Santurce.

El querellante alegó a la Uniformada que compró cinco taquillas mediante la plataforma Marketplace de Facebook para asistir a la función del 19 de julio de la serie de conciertos “No me quiero ir de aquí”, que se extenderán hasta el 14 de septiembre. Añadió que pagó $500 a través de la aplicación ATH Móvil.

“No obstante, al pasar la fecha del concierto, se dio cuenta que las taquillas por las que pagó $500.00 eran falsas”, indicó la Uniformada en el informe.

El caso sería consultado con la Unidad de Crímenes Cibernéticos.

De otro lado, la Policía investiga otros dos casos de fraude relacionados con la compra de taquillas a través de internet y otros medios no oficiales, que fueron reportados este miércoles en el condominio Caminos Verdes, en Cupey y la calle Del Muelle, en San Juan.

En el caso de Cupey, un querellante manifestó que compró dos taquillas para el concierto de Bad Bunny a través de Facebook. Alegó que envió $320 mediante ATH Móvil y posteriormente se percató que había sido estafado.

En el otro caso, reportado en la calle Del Muelle, en San Juan, la querellante de 62 años indicó que un amigo, “mediante treta y engaño, le vendió taquillas para concierto de Bad Bunny y este nunca se las entregó“.

De acuerdo a la perjudicada, pagó mediante ATH Móvil un total de $1,085 por las taquillas.

Las agentes Keishla Hernández y Daniery Miranda, adscritas a los precintos de Cupey y San Juan/Santurce respectivamente, investigaron las denuncias.

Ambos casos fueron referidos al personal de la División de Propiedad y Fraude del Cuerpo de Investigaciones Criminales de San Juan para que continúen con la pesquisa y no se descarta que agentes de la Unidad de Crímenes Cibernéticos colaboren en dichas pesquisas.