Investigadores han identificado a personas de interés en relación a la masacre de la semana pasada en Las Marías, informó este lunes el comisionado de la Policía de Puerto Rico, Joseph González, durante una conferencia de prensa.

“Hay sospechoso en esa masacre”, sostuvo González. “Hemos identificado varios individuos que están bajo investigación”.

No obstante, no ofreció públicamente las identidades de las personas. Se limitó a indicar que “si Dios quiere, esta semana vamos a tener resultados”.

Las víctimas de la matanza fueron identificadas como Krystal Martínez Román, de 39 años, quien era natural del barrio Cambalache, en Rincón, pero residía en el residencial El Carmen; Agnes Rivera Castillo, de 57 años y vecina del mencionado complejo de vivienda; y Ramón Luis Soto Vázquez, de 57 años, quien era vecino del residencial Roosevelt, en Mayagüez.

Mientras, un segundo hombre, de 51 años de edad, resultó con una herida de arma blanca en el cuello, por lo que fue trasladado a un hospital en condición crítica.

Las pesquisa apunta a que las víctimas habrían sido secuestradas en el residencial El Carmen de Mayagüez y luego ejecutadas en el kilómetro 4.3 de la carretera PR-397 de Las Marías, donde los cuerpos fueron encontrados el martes, 17 de junio.

El inspector Robert Ramos, de la Superintendencia Auxiliar de Investigaciones Criminales, indicó que el sobreviviente del ataque alegó la versión del secuestro.

“Manifiesta se encontraban compartiendo en el residencial cuando llegan unos individuos y los secuestran. Los llevan a este lugar solitario en el área de Las Marías, donde tres fueron ejecutados”, dijo Ramos a preguntas de la prensa, en el Cuartel General de la Policía, en Hato Rey.

Sobre los presuntos secuestradores, “la persona sobreviviente manifiesta que pudieron haber sido de cuatro a cinco personas”.

Como parte del inicio de la pesquisa, los agentes a cargo del caso buscan corroborar versiones de que el incidente esté relacionado con la lucha por el control de puntos de drogas en la zona oeste.

Esas versiones atribuyen este caso y otros crímenes violentos a una supuesta guerra entre bandos, incluyendo uno vinculado a una organización criminal de la zona metropolitana.