El fallo de culpabilidad contra Jensen Medina Cardona por el asesinato de Arellys Mercado Ríos parece haber dado una especie de tregua entre una población que, a través de las redes sociales, expresaba desconfianza en el sistema de procesamiento criminal y de adjudicación, pero que ahora ha convertido a los fiscales que llevaron el caso en una especie de paladines de la justicia.