Se adhiere a los criterios de The Trust Project
Con los federales no se sabe, pero se termina sabiendo
Los federales, que en efecto tenían interceptados los teléfonos y las computadoras, lo leían todo mordiéndose la lengua, o mejor dicho mordiéndose los dedos, para no escribirle este mensajito a Fuentes: ‘Criatura, piensa un poquito, ¿no habías quedado en que te estábamos interceptando las comunicaciones?’”, escribe Mayra Montero