
Se adhiere a los criterios de The Trust Project
Bad Bunny va a inscribirse
Esa visita del antiídolo de las juventudes al corazón de la corrección política no tuvo pies ni cabeza. Para ser fiel a Bad Bunny hay que cultivar una infidelidad rabiosa hacia el propio Bad Bunny, dice Mayra Montero
The opinions expressed in this article are solely those of the author and do not reflect the views or beliefs of El Nuevo Día or its affiliates.