Eric Cardona, un agente de bienes raíces de 46 años que vive entre Puerto Rico y la Florida, se va a levantar hoy temprano, va ir al colegio electoral que le haya sido asignado y, sin que le tiemblen el ánimo ni la mano, va hacer una cruz clara y grande debajo del triángulo que representa la opción de la estadidad. Pero Eric, quien es estadista de nacimiento “primero porque veía a mis papás y después por convicción”, no se acostará esta noche pensando que la estadidad está a la vuelta de la esquina.
Se adhiere a los criterios de The Trust Project
Un triste desenlace
Eric Cardona, un agente de bienes raíces de 46 años que vive entre Puerto Rico y la Florida, se va a levantar hoy temprano, va ir al colegio electoral que le haya sido asignado y, sin que le tiemblen el ánimo ni la mano, va hacer una cruz clara y grande debajo del triángulo que representa la opción de la estadidad. Pero Eric, quien es estadista de nacimiento “primero porque veía a mis papás y después por convicción”, no se acostará esta noche pensando que la estadidad está a la vuelta de la esquina.
The opinions expressed in this article are solely those of the author and do not reflect the views or beliefs of El Nuevo Día or its affiliates.






