

“Esto llegó justo en el momento que lo necesitaba. Pero aún así, está la confusión, el dichoso, ‘¿QUÉ HAGO AHORA?’ No sé lo que resta y esto me ahoga. ¡La espera de algo desespera!” Así leía la nota que hace poco recibí de una lectora, relacionada a un artículo sobre las relaciones que se quedan en ilusión y nunca llegan a ser nada. Inmediatamente pude identificarme con su sentir, pues también he pasado por esas relaciones fugaces que nos consumen el alma. Así que decidí compartirle un poco de mi experiencia, y aconsejarle lo que para mí fue un lifechanging experience: mover sus pensamientos hacia lo que espera de una relación, en lugar de pensar meramente en el deseo de estar en una. Y para lograr este cambio de pensamiento, debemos comenzar por preguntarnos lo siguiente:
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