Mi función como profesional de la salud no es cuestionar al paciente, ni estigmatizarlo o victimizarlo. Por el contrario, está centrada en asegurar que se le provean las herramientas necesarias, dice Raúl Martínez Quiñonez
Mi función como profesional de la salud no es cuestionar al paciente, ni estigmatizarlo o victimizarlo. Por el contrario, está centrada en asegurar que se le provean las herramientas necesarias, dice Raúl Martínez Quiñonez
La beneficencia, no maleficencia, justicia y autonomía son los cuatro principios fundamentales de la bioética. Un concepto que debe guiar a cualquier profesional cuya responsabilidad implique el otorgar servicios a otro ser humano. Lo complementamos con los conceptos de competencia cultural y humildad cultural, que implican que como individuos debemos entender y apreciar que existe diversidad dentro de nuestra sociedad. Se trata de una variabilidad que abarca lo religioso, lo económico, lo cultural y lo emocional, entre otros aspectos. Resulta en que tengamos, precisamente, pensamientos divergentes que deben llevar a la sana discusión y análisis crítico. Sin embargo, existe un gran fallo cuando se quiere dictar y coartar la decisión de otro ser humano, algo que el tema del aborto, en estos últimos días, ha dejado palpable en la discusión pública. Lo que me lleva a preguntar, ¿dónde quedan la autonomía y la justicia de la persona gestante?
Te invitamos a descargar cualquiera de estos navegadores para ver nuestras noticias: