En la era moderna, la gestión de crisis de salud pública como las pandemias ha exigido la adopción de tecnologías avanzadas. La pandemia de COVID-19 ha destacado particularmente la importancia de herramientas computacionales en la lucha contra enfermedades infecciosas. Dos enfoques predominantes en este ámbito son los sistemas expertos tradicionales y el aprendizaje automático (ML). Mientras que los sistemas expertos dependen de reglas y asociaciones predefinidas establecidas por humanos, el ML, una rama de la inteligencia artificial, aprende y se adapta a partir de nuevos datos. Esta diferencia fundamental marca una distinción en su eficacia, especialmente en situaciones imprevisibles como una pandemia.