No, no es un error ortográfico y nada que ver con la otra vacante, que significa que algo (un espacio, un empleo) está desocupado (como las miles de propiedades que ahora le pertenecen a los bancos, muy triste todo). La bacante con b es otra ¡muy distinta!. Como la “recoge” el diccionario de la real es: “1. Mujer que celebraba las fiestas bacanales. 2. Mujer descocada, ebria y lúbrica” (propensa a la lujuria). La definición fue enmendada y ahora, en vez de “descocada, ebria y lúbrica” la real nos dice que esa bacante es, además de la que celebra en bacanales, una “2. Mujer proclive a participar en orgías”. Esta segunda acepción lleva la marquita de p. us. que significa “poco usada”. La real nos dice que bacante nos llega de la latina bacchans y esta del griego (ménade, sectaria del dios Baco o Dionisio). En fin que con bacante y vacante estamos ante dos palabras homófonas (suenan igual, pero difieren en significado). Y suenan igual porque, como ya sabe, las letras uve y be representan el sonido [b]. El caso es que en estos bacanales, en honor al dios Baco (Dionisio), solo podían participar las mujeres, de ahí que bacantes no aplique nunca a hombres (por lo menos en la mitología). La fiesta duraba días y se consumían grandes cantidades de vino, que producía el “dulce placer del sueño y el olvido de los males”. Así que cuidado si va tras una vacante. Suena igual que la otra y le anticipo que aquellas eran muy despiadadas. Descuartizaron a Penteo, como lo cuenta Eurípides. Interesante cómo la lingüística se interseca con la literatura, ¿no cree?
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¿BUSCA UNA BACANTE?
Aida Vergne habla de las palabras homófonas.
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