El anuncio de la alcaldesa Carmen Yulín Cruz Soto el pasado viernes en Caguas de buscar la candidatura a la gobernación por Partido Popular Democrático (PPD), de cara a las elecciones generales de 2020, dejó más interrogantes que respuestas.

Durante más de un año, Cruz Soto venía soltando frases populistas que apuntaban a que sería candidata a la gobernación fuera del Partido Popular porque ese instrumento político no era el que ella prefería para montar su proyecto de justicia social dentro de nuevas relaciones políticas entre Estados Unidos y Puerto Rico, fuera de la cláusula territorial del sistema político y judicial federal.

No precisó en su mensaje, lleno de frases comunes, dónde figuraría el presidente de Estados Unidos en  ese nuevo modelo de relación. Ahora, como se sabe, el jefe de estado de Puerto Rico es el presidente de Estados Unidos, con lo que eso implica.

Pero pasando a cosas más mundanas, habló con mucha emoción sobre la viejita que va a la farmacia a buscar medicamentos y no puede llevarse la totalidad de la receta porque no tiene dinero para pagarla por los altos costos de las medicinas. Muchos nos quedamos esperando que dijera de dónde va a sacar dinero para costear ese millonario servicio de salud, ni tampoco cómo va a financiar la operación de las escuelas, y reabrir las que ya han cerrado debido, entre otras cosas, a la baja en la matrícula estudiantil en los últimos 20 años, de 700 mil estudiantes a menos de 300 mil. Y menos habló de cómo vamos a mantener fiscalmente la Universidad de Puerto Rico con sus once recintos, sin identificar  los recursos. Siga añadiendo asuntos como el complejo y costoso sistema de salud, que por sí solo requiere de casi tres mil millones de dólares al año.

Y no hablemos de la supuesta ruptura con viejos modelos políticos como sugirió el fenecido alcalde William Miranda Marín, quien al día siguiente de su prometedor mensaje, se retractó de lo que había dicho cuando los que mandan en el Partido Popular, por lo bajo, lo regañaron y no aguantó la presión.

Son muchos los que han plateado que Cruz Soto se equivocó cuando optó por buscar la candidatura a la gobernación por el Partido Popular, formación política a la que ha hecho serias y válidas críticas, principalmente por su abandono al programa de justicia social que le dio vida.

Soy de los que creo que la inmensa mayoría de los que la han criticado, dos semanas antes de las próximas elecciones generales cerrarán filas con el Partido Popular, con o sin Carmen Yulín, para “fortalecer el muro de contención” que parará la estadidad, como lo vienen haciendo desde las elecciones generales de 1972.

Creo que bajo un escenario imaginario, donde la independencia registre un aumento electoral que duplique o triplique el bajo 3% que tiene en estos momentos, será más que suficiente para que “el americano” piense más de una vez considerar la posibilidad de ofrecerle la estadidad a Puerto Rico. Pues “el americano” no tiene problemas con la actual relación que tiene con esta hermosa isla borincana.

En suma, no es fortaleciendo el llamado muro de contención antiestadista que se avanza hacia un cambio radical en esas relaciones, sino fortaleciendo la opción independentista. Lo otro, es fortalecer la actual relación colonial.