Después de la pandemia del COVID-19
“Todo tiene su final”, cantó Héctor Lavoe en 1974, acompañado en el Carnegie Hall por Willie Colón. “Nada dura para siempre…”, ni siquiera -esperamos- el Coronavirus. Quienes aspiramos a sobrevivirlo somos “la generación del Covid”. Estamos aprendiendo -con dolor y temblor- las duras lecciones de un mal que nos tomó por sorpresa, nos diezmó y cambió para siempre nuestra forma de vivir.
Otras columnas de Carmen Dolores Hernández
sábado, 31 de diciembre de 2022
Al cumplir 80 años
Mirando hacia atrás, me doy cuenta de cuán feliz ha sido mi vida, rodeada de una familia amorosa, de amistades queridas y con un trabajo gustoso, escribe Carmen Dolores Hernández
viernes, 24 de diciembre de 2021
El misterio de la Navidad
¿Qué otro móvil sino el amor podía haber llevado a lo trascendente a limitarse en el tiempo y el espacio al asumir un cuerpo humano y participar de sus glorias y miserias, de su trayectoria vital, de su historia?, expone Carmen Dolores Hernández
lunes, 18 de enero de 2021
Martin Luther King en Puerto Rico
Haría falta un mayor sentido de justicia y responsabilidad social ciudadana para alcanzar la necesaria igualdad. Tales divisiones internas reproducen el colonialismo a escalas menores, dice Carmen Dolores Hernández
jueves, 24 de diciembre de 2020
Nacer y renacer
La Navidad, con sus celebraciones de un nacimiento humilde, con su escenificación de una solidaridad única entre lo natural, lo espiritual y lo humano, con su promesa de una ansiada plenitud futura, nos reorienta, escribe Carmen Dolores Hernández