Yo radico en Hacienda, (“para servirle”), y en San Juan, hace años. Sip, radicar, por lo menos en la islita, tiene el sentido de presentar documentos, e incluso, en el caso de Hacienda, pues rendir las contribuciones. En fin, que radicar es, además, estar o encontrarse en algún lugar. Peor aún, radicar también significa consistir como en “el problema radica en que hay que radicar”. Lo sé, no basta que mañana sea 15 de abril sino que yo le emburujo la mañana y le arruino su café... ¡Perdón, perdón! Es que, hasta dónde sé, el significado “boricua” (¿?) de radicar me luce que ya es imposible de erradicar (en todos los sentidos). Horror... Sepa mi amigo contribuyente que esta temible palabrita que nos provoca ansiedad anual, originalmente vino cargando con un sentido específico desde se puso en marcha, del latín hacia el español de nuestros días. En principio era radicare, con el significado de “echar raíces”, nos dicen Corominas y Pascual, Menéndez Pidal, Penny y Covarrubias. Y si usted la busca en el diccionario, va a encontrar varios significados, mas ninguno relacionado con el pago de impuestos; misterio total. Morales la recoge como un “posible” anglicismo de sentido, “muy usual” (y anual). ¿Cuándo adquirió este haciendoso sentido? Hay que indagar. Lo que no se puede cuestionar es que las palabras cambian con el tiempo... y mañana es el último día para radicar... (en Hacienda).
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