Opinión
Explica ideas y extrae conclusiones basadas en la interpretación de hechos y datos.
Jesús de Nazareth lanzó esas duras palabras —que dan título a esta columna— contra los líderes religiosos de su tiempo, denunciando su doble moral: piedad por fuera, corrupción espiritual por dentro. Era el llamado a la autenticidad y a la coherencia entre lo que se predica y lo que se vive. No tengo duda de que, en nuestros tiempos, Jesús volvería a usarlas para señalar a los que manipulan las auténticas creencias del pueblo para sus fines politico partidistas.
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