Hay dos tipos de empresas foráneas: las megatiendas y las demás, incluyendo las manufactureras. Las empresas manufactureras sí hay que incentivarlas pues su efecto neto es positivo: empleos bien remunerados y no desplazan a las empresas locales. En cambio, las megatiendas hay que desincentivarlas pues su efecto neto es negativo: empleos a tiempo parcial con salarios bajos, reinvierten menos del 1% de sus ganancias en el país y desplazan a las empresas nativas que proveen en conjunto más empleos.
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