Los primeros respondedores en las emergencias son los miembros de la comunidad. Esa ha sido la experiencia en Vieques que se ha replicado en todos los pueblos de Puerto Rico, particularmente al enfrentar los estragos del huracán María, pero también luego de Fiona y para el área sur, en los terremotos. Durante y después de los desastres el pueblo percibe la acción del gobierno como lejana, lenta y burocrática. Esto torna vital la acción solidaria entre vecinos, que es la que inicia la respuesta inmediata. También es la comunidad la que da comienzo y, en gran medida, lleva a cabo la recuperación. Son las organizaciones sin fines de lucro, las iglesias, las asociaciones vecinales, los grupos de comerciantes, entre otros, los que juegan un papel muy importante en ese momento.