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prima:La guerra de los consulados

A largo plazo, según Jorge Schmidt Nieto, hará falta una reformulación de la relación entre ambas potencias, basada en lazos de interdependencia

29 de julio de 2020 - 4:10 PM

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FILE - In this June 29, 2019, file photo, U.S. President Donald Trump, left, shakes hands with Chinese President Xi Jinping during a meeting on the sidelines of the G-20 summit in Osaka, western Japan. The ongoing sharp deterioration in U.S.-China ties poses risks to both countries and the rest of the world. With the U.S. presidential campaign heating up, all bets are that relations with China will only get worse. At stake are global trade, technology and security. (AP Photo/Susan Walsh, File) (Susan Walsh)

Las embajadas han sido siempre nidos de espías. La inmunidad diplomática y el secretismo interno las convirtieron en lugares idóneos para recabar información sobre sus anfitriones. Muchos países se han distanciado por cobijar espías en sus embajadas y consulados. Donald Trump acusó a China de hacerlo y por eso le ordenó cerrar su consulado en Houston. Ya antes había cerrado los consulados de Rusia en San Francisco y Seattle, por la misma razón. Además, el FBI arrestó a cuatro académicos chinos por tener lazos ocultos con el Ejército Popular de Liberación. China respondió como se esperaba, cerrando el consulado estadounidense en la ciudad de Chengdu.

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