

En Puerto Rico, cuando pasan eventos negativos a manos de los jóvenes, estos son reseñados masivamente en todos los medios de comunicación. Sin embargo, cuando ocurren eventos positivos estos no son reseñados con la misma intensidad. Lamentablemente, esta situación levanta cuestionamientos sobre si el comportamiento de los jóvenes es el adecuado, si van por el camino correcto y se apela a la frase de “la juventud está perdida”. Como joven y futura profesional en el área de la salud, me atrevo a decir que la juventud no está perdida y procedo a explicar por qué. Tan reciente como este fin de semana ocurrió uno de esos eventos que te inflan el pecho de orgullo por ser puertorriqueño.
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