Afirma el filósofo Julián Marías: “La idea de que el viejo no proyecta, no hace más que recordar que tiene pasado pero no futuro, es un grave error” . Objeta así la tendencia de equiparar vejez y decadencia. En su lugar postula algo más sensato para calibrar a las personas en cualquier etapa. Mirarlas, parecería decirnos, según sus proyectos y su voluntad para adelantarlos. Calarlas por su capacidad de ilusionarse inventando mundos mejores para sí mismos y los demás.
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