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Según la religión Yoruba, Ochún huía cuando se encontró en la desembocadura de un río con Yemayá. Yemayá, que es la diosa (orisha) del mar, la rescata y la hace la diosa de los ríos y quebradas. Aunque este relato es uno mítico-religioso, es cierto es que todo río tiene como destino final encontrarse con el mar. Eso nos hace pensar que la dinámica es en una sola dirección, del río al mar. Pero no. Ambos, el río y el mar intercambian mucho más que agua, y en ambas direcciones.
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