
Se adhiere a los criterios de The Trust Project
Esta es la última de cinco columnas que escribo previo a las elecciones. Hoy les comparto una sensación visceral que he percibido en muy pocas de las elecciones que he observado desde mi primer voto en 1972. Es una especie de asfixie, de hartura, de indignación, de molestia que usualmente se manifiesta en un voto en contra de, más que a favor de.
Te invitamos a descargar cualquiera de estos navegadores para ver nuestras noticias: