Pedro Pierluisi y su tarea enorme
El 10 de mayo de 1940, en un momento puntual de la Segunda Guerra Mundial, Winston Churchill recibió la noticia de haberse convertido en Primer Ministro del Reino Unido. W. H. Thompson, el comandante y guardaespalda que lo conducía desde el palacio de Buckingham hasta el Almirantazgo donde residía, consideró oportuno felicitarlo diciéndole: “Ojalá hubiera obtenido usted el cargo en mejores circunstancias, pues tiene usted por delante una enorme tarea”. Brotaron lágrimas en los ojos de Churchill cuando le contestó: “Solo Dios sabe cuán grande es la tarea. Confío en que no sea demasiado tarde”. (John Lukacs: Cinco días en Londres, mayo de 1940, Churchill solo frente a Hitler).
Otras columnas de Antonio Quiñones Calderón
miércoles, 20 de enero de 2021
Joe Biden: finalizan las densas tinieblas de la noche
La alborada del nuevo día que recomienza a vivir Estados Unidos evidencia el triunfo del audaz experimento de la nación y hace vibrar el poema de Emma Lazarus inscrito en la base de la Estatua de la Libertad, escribe Antonio Quiñones Calderón
martes, 19 de enero de 2021
Sila Calderón y la “incomodidad” del Estado Libre Asociado
Antonio Quiñones Calderón dice que el Congreso, la Casa Blanca, agencias federales y el Tribunal Supremo federal refutan la tesis de la exgobernadora Calderón de que Puerto Rico no es colonia
miércoles, 13 de enero de 2021
Ramón Orta: decepcionante fin de un caso de corrupción
¿De qué trata la sentencia de seis meses de prisión al exsecretario Orta, al cabo de los cuales –en su totalidad o reducidos por “buena conducta”, no lo sé–, el sentenciado deberá regresar a la placidez de su residencia?, cuestiona Antonio Quiñones Calderón
martes, 12 de enero de 2021
Cautela en las mayorías legislativas
Esta es la primera asamblea legislativa, desde la de 1940, en que la presidencia de ambos cuerpos se columpia en una evidente fragilidad numérica, de acuerdo con Antonio Quiñones Calderón