OPINIÓN
Punto de vista
Se adhiere a los criterios de The Trust Project

¿PREJUICIADO YO?

Aida Vergne habla de la variante dialectal caribeña

29 de enero de 2015 - 1:00 AM

Las opiniones expresadas en este artículo son únicamente del autor y no reflejan las opiniones y creencias de El Nuevo Día o sus afiliados.

En materia de discrimen no se salva ni la lingüística. Me explico. Muchos piensan que los boricuas no sabemos hablar español porque nos comemos las [s], o las ponemos donde no van, o decimos [puelta] [izquielda]; otros dicen que en Cuba tienen un enredo con las [cobbatas], y, la variante dialectal caribeña más discriminada de todas, la de República Dominicana, que no saben hablar “correctamente” porque cambian la [r] por la [i] como el [aibol] en el Cibao, y desaparecen por arte de magia la s en final de sílaba o palabra (BTW, nosotros también, digiéralo). Todos estos fenómenos son reales, tienen una explicación fonética y fonológica, y también son rasgos de cada uno de esos dialectos. También son motivo de discrimen porque se apartan de la norma. ¡Mecachindei, la norma otra vez! ¿Por qué discriminamos? Pues lamentablemente por una noción equivocada que poseen los hablantes y que los lingüistas llamamos prestigio lingüístico. Todo este asunto (disparatado) del prestigio lingüístico, alimentado por las academias, se traduce en una competencia de quién habla mejor, y de tonterías como ¿dónde se habla el mejor español? ¿Pues sabe qué? Son estupideces que revelan ignorancia y solo sirven para excluir, para nada más. Vivimos encarcelados en nuestras ideas religiosas, ideológicas, políticas, y también, lingüísticas. No discrimine por favor. El discrimen lingüístico es una manifestación de prejuicio. Y usted, por supuesto, no es prejuiciado, ¿verdad?

Guías de Opinión
Las columnas deben enviarse a Gerardo Cordero: gerardo.cordero@gfrmedia.com. Las columnas tienen que ser de 300, 400 o 500 palabras. Al enviarnos su columna, el escritor concede a GFR Media una licencia exclusiva, perpetua, irrevocable, sublicenciable, mundial y libre de regalías para reproducir, copiar, distribuir, publicar, exhibir, preparar obras derivadas, traducir, sindicar, incluir en compilaciones u obras colectivas, y de cualquier otro modo de forma general utilizar su columna (en todo o en parte), sin reserva ni limitación alguna, en cualquier medio (incluyendo pero sin limitarse, a las versiones impresas o digitales o en los sitios web o aplicaciones móvil del periódico El Nuevo Día), forma, tecnología o método conocido en el presente o que sea conocido, desarrollado o descubierto en el futuro. El autor acepta que GFR Media, LLC, podría cobrar a los suscriptores las versiones digitales, sitios web o aplicaciones móviles de GFR Media por el acceso a la columna. has context menu


Ups...

Nuestro sitio no es visible desde este navegador.

Te invitamos a descargar cualquiera de estos navegadores para ver nuestras noticias: