
Se adhiere a los criterios de The Trust Project
La primera vez que ayudé a desyerbar un terreno para construir un huerto, sentí que peinaba a una mujer dormida. Eramos más de 30. La mayoría, con machete y garabato en mano, talaba un pastizal abundante, mientras unos pocos, pasábamos rastrillos y organizábamos pequeñas montañas de pasto a cada lado.
Te invitamos a descargar cualquiera de estos navegadores para ver nuestras noticias: