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Cardiología
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El futuro de la cardiología: órganos artificiales o genéticamente modificados

Los desarrollos tecnológicos se dirigen a que los controles y remedios para el corazón sean menos invasivos

7 de julio de 2022 - 10:42 AM

Nota de archivo
Esta historia fue publicada hace más de 2 años.
La tecnología, especialmente en el campo del desarrollo de órganos artificiales o genéticamente modificados, significa la esperanza de recuperar su calidad de vida. (Shutterstock)

Para los pacientes con enfermedades cardiovasculares, la tecnología, especialmente en el campo del desarrollo de órganos artificiales o genéticamente modificados, significa la esperanza de recuperar su calidad de vida.

“Hay cosas que nosotros hacemos hoy día que hubiesen sido impensables hace dos décadas, y cosas que hacíamos hace un tiempo que ya no son prácticas ni costumbres recomendables”, destacó el expresidente de la Sociedad Puertorriqueña de Cardiología (SPC), Gilberto Rivera Gautier.

Trasplante de corazón de cerdo a un humano

En enero de 2022, a un hombre de 53 años, quien ya no era elegible para recibir un órgano humano y se enfrentaba a una muerte segura, le fue trasplantado el corazón de un cerdo. Este órgano fue modificado genéticamente al retirarle de las células el azúcar responsable del rechazo casi inmediato en este tipo de procedimientos y al agregar genes humanos para ayudar al cuerpo a aceptar el corazón.

Aunque el hombre estadounidense receptor del trasplante falleció dos meses después del hito cardíaco, especialistas aseguran que este es un gran avance, ante la cantidad de personas que fallecen esperando por un trasplante de corazón.

“Esta es un área que todavía se encuentra en desarrollo, pero, si logramos crecer en ella, significará que las personas no van a tener que esperar por un donante para recibir un trasplante”, sostuvo Rivera Gautier.

De acuerdo con la Administración de Recursos y Servicios de Salud (HRSA, en inglés), en 2021 se realizaron 3,817 trasplantes de corazón en Estados Unidos. No obstante, 17 personas mueren, diariamente, esperando por un trasplante de órgano y cada 9 minutos otra persona se suma a la lista de espera.

Operaciones menos riesgosas

Las impresoras tridimensionales llegaron al campo de la cardiología para minimizar los riesgos a los que se somete una persona una vez ingresa a un quirófano. Esta tecnología es capaz de realizar réplicas del corazón en 3D, a partir de modelos creados en programas de computadora.

“Este es un ejemplo de la cirugía o intervención planificada en la que se utiliza la tomografía computarizada como imagen del paciente para construir un modelo de su corazón. En este modelo de plástico, el cirujano practica cuál es la intervención a realizar para reparar la lesión que tenga el corazón”, explicó el expresidente de la SPC.

De igual forma, el uso de estos modelos incide en una mejor recuperación luego de la operación porque los procedimientos realizados son más certeros y requieren menos tiempo de intervención.

“Cuando llegan a la operación, los médicos simplemente tienen que reproducir lo que ya practicaron y logran resultados extraordinarios de reparaciones, sin tener que estar tanteando en vivo cuando el paciente está en un momento vulnerable y con una gran probabilidad de sufrir complicaciones”, subrayó Rivera Gautier.

Corazones mecánicos

En la actualidad, los pacientes cardiovasculares que están impedidos de bombear sangre desde las cavidades inferiores de su corazón hacia el resto de su cuerpo se someten a una operación para que se les coloque un dispositivo de asistencia ventricular, también conocido como dispositivo mecánico de asistencia circulatoria.

Este mecanismo es utilizado, usualmente, mientras se espera por un trasplante de corazón. No obstante, de acuerdo con Rivera Gautier, se busca desarrollar tecnología para que estos implantes funjan como un corazón mecánico “que pueda restablecer el funcionamiento del órgano sin necesidad de requerir un trasplante”.

Monitores al alcance de la mano

Los celulares y relojes inteligentes, más allá de recibir llamadas o mensajes de textos, se han convertido en las herramientas de los pacientes cardiovasculares y de sus médicos para evitar un mayor deterioro en la calidad de vida.

“Estos dispositivos se han convertido en un monitoreo cardíaco espectacular. Ahora, tú puedes hacer un trazado de un electrocardiograma en tu reloj, lo colocas en el teléfono y se lo envías al médico”, expresó, por su parte, el cardiólogo Luis Molinary Fernández.

El electrocardiograma es el procedimiento que mide la capacidad eléctrica del corazón; es decir, muestra si el órgano está latiendo a un ritmo y con una fuerza normal.

“Los monitores que nosotros colocamos en el corazón son bien importantes porque, muchas veces, las arritmias son completamente asintomáticas. Al colocar el monitor, el paciente está atento. Pero, si el paciente se da cuenta automáticamente de las arritmias, el reloj ayuda un montón, por la facilidad en la que se las envías al médico para que la revise sin tener que implantar monitores”, enfatizó el Molinary Fernández.

“Afortunadamente, la tecnología está avanzando, pero la enfermedad cardiovascular es una de las más prevenibles, si no se trata de algo producto de la genética o la edad. La tecnología sirve para atacar la enfermedad antes de que ocurra un evento, pero la mejor forma de atacarla es controlando las enfermedades crónicas que te provocan la condición y cambiando los estilos de vida”, concluyó el cardiólogo con más de 35 años de experiencia.

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Este contenido fue redactado y/o producido por el equipo de GFR Media.

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