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La adherencia al tratamiento promueve el bienestar

Un paciente con VIH que sigue su tratamiento como recomendado por su médico tendrá una carga viral indetectable

15 de noviembre de 2022 - 12:50 PM

Nota de archivo
Esta historia fue publicada hace más de 2 años.
Para un mejor pronóstico, los pacientes con VIH deben obtener sus medicamentos recurrentemente y no detener su tratamiento. (Shutterstock)

Para mantenerse bien, el paciente que vive con VIH está en una lucha constante consigo mismo, con el sistema y con todo lo que lo rodea. Una de sus luchas más grandes es tener sus medicamentos recurrentemente para crear la adherencia al tratamiento del que dependen su vida y bienestar.

En el inicio de la pandemia del VIH, los altos costos de los medicamentos dificultaban que los pacientes obtuvieran sus medicamentos. Actualmente, el costo de la mayoría de los medicamentos es cubierto por ADAP —esta es la parte B del programa Ryan White, que trabaja con fondos federales.

Hoy día, gracias a este programa, los pacientes pueden obtener sus medicamentos recurrentemente y no detener su tratamiento. Esto reduce sus preocupaciones sobre el tratamiento, ya que están seguros de que tendrán sus medicamentos, mes tras mes.

El bienestar diario de los pacientes con VIH depende del acceso a los medicamentos. Al momento, el VIH no tiene cura, pero sí se controla. El paciente depende de su adherencia a los medicamentos para bajar o casi eliminar el virus. La adherencia significa que el paciente tome sus medicamentos todos los días y, a su vez, que tenga la certeza de que va a tener un suplido recurrente.

Un paciente adherente tendrá su carga viral indetectable y sus CD4 en más de 250 (sus defensas altas). Esto es sumamente importante, pues el VIH ataca las defensas del cuerpo y la función de los medicamentos es, precisamente, mantener las defensas altas. De este escenario depende que no haya contagio de enfermedades oportunistas o la adquisición de enfermedades, además de ser más susceptible al desarrollo de otras condiciones.

Una vez el paciente comienza sus medicamentos, se le recalca la importancia de la adherencia. Si se descontinúa el medicamento, el virus comienza a crear resistencia contra esos medicamentos y sus similares. Al crear resistencia, se pueden crear resistencias múltiples y el paciente tiene menos oportunidades de mantenerse saludable, pues se reducirán las alternativas de tratamientos para escoger.

Actualmente, hay múltiples clases de medicamentos para el VIH, pero eso no quiere decir que las oportunidades son muchísimas. Si se crea resistencia a un medicamento, puede crear resistencia a la mayoría de los medicamentos que pertenecen a esa categoría. Cuando esto sucede, el paciente debe ser reevaluado. Se le realizan pruebas de resistencias para hacer un cambio de medicamentos certero, que sea beneficioso y duradero para el paciente. Antes de hacer un cambio, siempre hay que hacer estas pruebas de resistencias. De esta manera, se le brinda al paciente una nueva oportunidad de mejorar su calidad de vida.

Actualmente, el acceso a los medicamentos está asegurado por ADAP, pero, si esto no fuese así, su alto costo reduciría la seguridad de obtenerlos.

La certeza de la salud del paciente de VIH depende de la seguridad de obtener sus medicamentos y de poder ser adherente a su tratamiento. Un paciente que obtiene sus medicamentos a tiempo y es adherente, es un paciente indetectable; un paciente indetectable es un paciente que no transmite el virus, por lo tanto, ahí vemos la última campaña de la Administración de Recursos y Servicios de Salud (HRSA por sus siglas en inglés), una entidad del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos: I=I, indetectable= intransmisible.

Esto, a su vez, ayuda a eliminar el estigma que aún persiste con los pacientes con VIH y le da paz mental y libertad a nuestro paciente; le permite sentirse seguro y con más deseos de vivir una vida provechosa y saludable. Esta es la importancia de los medicamentos en la vida del paciente que vive con VIH, la seguridad de tener un tratamiento seguro día a día para poder vivir una vida provechosa y saludable.

La autora es presidenta de la Asociación de Médicos Tratantes de VIH de Puerto Rico, subdirectora médica del Concilio de Salud integral de Loíza y Chair de Puerto Rico para la American Academy of HIV Medicine. Tiene práctica privada en Carolina.

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Este contenido fue redactado y/o producido por el equipo de GFR Media.

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