“Mientras que en la década de 1990 la tendencia en dietas era buscar alternativas que fueran: low fat, reduced fat o low sodium, tal parece que estos reclamos nutricionales pasaron a la historia, y están siendo reemplazados por la simplicidad en los productos y alimentos, con el fin de velar por la salud y manejar las condiciones; pero ¿existe alguna relación que sostenga el beneficio de escoger o llevar a cabo un clean menu?

Primero, debemos saber que, más allá de ser una dieta, es considerado un “estilo de alimentación”. Aunque este término no está regulado o tiene una definición exacta, la mayoría de las personas entrevistadas o encuestadas concuerdan con que el clean eating pretende llevar una alimentación lo más natural o cercana a su estado natural posible, con ingredientes mínimos, limitando el uso de aditivos y preservantes, así como reduciendo los alimentos ultraprocesados, con niveles elevados en sodio, grasas saturadas y azúcar.

Cada vez son más las personas que lo practican, pues, muy a pesar de tener acceso a alimentos más atractivos e ideales para el manejo de la salud, en las pasadas tres décadas, tanto el sobrepeso como las condiciones crónicas y un recién aumento en las condiciones inflamatorias, así como en las alergias alimentarias, continúan siendo prevalentes en las estadísticas.

Lo interesante de escoger un clean menu es que, a diferencia de la mayoría de las dietas, este no se enfoca en la exclusión de alimentos, sino en la calidad. Dentro de las alternativas, se promueve una variedad de alimentos donde abarcan: las frutas, los vegetales, los cereales integrales, las proteínas magras y las grasas saludables, muy similar a la imagen gráfica de Mi Plato para un Puerto Rico Saludable, que incluye los cinco grupos de alimentos que conforman una alimentación saludable. Así que, el clean eating no es otra cosa que el reflejo de los esfuerzos por organizaciones y agencias para promover un estilo de alimentación saludable que nos lleve al manejo de peso y el control de nuestra salud sin fecha de caducidad.

Tal ha sido el impacto en la actitud del consumidor que ha logrado captar la atención de empresas como BURGER KING®, la cual completó, el año pasado, el proceso para ofrecer productos libres de preservantes y continúa añadiendo nuevos productos con estas cualidades. Como resultado de su trabajo, hoy día cuenta con un menú de comida completamente libre de preservantes y colorantes de fuentes artificiales. El proceso llega como parte del propósito de ofrecer productos de la mejor calidad, libres de todo aditivo artificial y que aporten al bienestar de sus invitados.

La autora es nutricionista dietista en Healthy Habits by GR, especializada en el manejo y control de peso en niños y adultos.