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La palabra dieta, o diaita en griego, se hizo común en tiempos de Hipócrates para referirse a “la forma de vivir o los comportamientos habituales de un individuo o persona: comida, bebida y ejercicio”. (1) Sin embargo, hoy día la “dieta” o “comenzar la dieta” es culturalmente equivalente a un periodo de alimentación restrictiva y estricta. Tiene una connotación limitante y hasta negativa y supone un intento o remedio rápido para perder peso.
No obstante, la evidencia científica demuestra que cada intento de dieta para perder peso tiene alta probabilidad a largo plazo (> 12 meses) de ser seguido por una recuperación o ganancia mayor del peso perdido. Además, la pérdida y recuperación de peso repetitiva —es decir, el sube y baja de peso— podría aumentar el riesgo cardiometabólico. (2,3) Por tanto, la recomendación permanece en que pongamos nuestro enfoque en cultivar patrones de alimentación que sean balanceados, saludables y sostenibles. Los patrones que cumplen con estas características nos ayudan a prevenir condiciones crónicas y hasta manejar condiciones diagnosticadas.
¿Por qué continúan siendo tan populares las dietas novedosas, especialmente a inicios de año?
Primero definámoslas. Aunque no existe una definición estandarizada para las dietas novedosas, las podemos reconocer como esas que: (4,5)
1. Eliminan o recomiendan cantidades de ciertos grupos de alimentos que están muy por encima o por debajo de las recomendaciones de las principales organizaciones de salud, como la Academia de Nutrición y Dietética, la Asociación Americana del Corazón, la Asociación Americana de la Diabetes y el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA).
2. Se popularizan bajo la creencia de que excluir alimentos, seguir ciertas reglas o tomar ciertos suplementos dietéticos, pueden generar resultados rápidos y permanentes.
3. Promueven protocolos sin base científica donde se ignoran las diferencias entre individuos, grupos, sexos, edades y condiciones de salud.
4. Tienen una lista de comidas “buenas” y “malas”.
5. En fin, suenan demasiado buenas para ser realidad.
La industria de dietas es un negocio que se lucra vendiendo productos inefectivos. Para el año 2021, el mercado de pérdida de peso alcanzó los $254.9 mil millones y se espera que alcance $377.3 mil millones para el 2026. (6)
Lo atractivo de las dietas novedosas vs. la realidad
Lo atractivo
1. Prometen un nuevo comienzo.
2. Dan motivación y esperanza de perder peso o mejorar condiciones rápidamente.
3. La restricción de ciertos alimentos y reglas estrictas proveen un sentimiento de realización, organización y control.
4. Son aceptadas y reconocidas en la sociedad.
5. Ofrecen comunidad y sentido de pertenencia.
La realidad
1. Resultan en una batalla interna entre antojos y hambre
2. Causan ansiedad y obsesión sobre la comida y el peso
3. Conducen a la pérdida de control, atracones y sobrealimentación.
4. Generan sentimientos de culpa, ansiedad y vergüenza, afectando la salud mental y emocional
5. El peso perdido regresa al peso inicial o a uno más alto.
6. Te mantienen gastando dinero sin lograr resultados sostenibles y sin entender o modificar hábitos.
La dieta perfecta no existe
Las Guías Alimentarias para los estadounidenses del 2020-2025 publicadas por el USDA establecen que la dieta perfecta no existe. Estas recomiendan patrones de alimentación balanceados y flexibles que se adapten a los gustos, la cultura y la disponibilidad de alimentos y recalcan la efectividad del método del plato. (7)
Llaman a un cambio en la mentalidad. Por ejemplo, una persona con diabetes puede pensar que los carbohidratos como el arroz y el pan están prohibidos. Y sí es cierto que una persona con diabetes tendría un pico alto en su azúcar en sangre al comer una comida o merienda de puro carbohidrato. Sin embargo, al combinar el carbohidrato con fuentes de proteína, grasa saludable o fibra, el pico de azúcar en sangre se controla ya que la combinación retrasa la digestión y absorción de los carbohidratos en la comida. Es posible incluir nuestros gustos y estabilizar los azúcares en sangre para manejar la diabetes sin eliminar alimentos o acudir a una dieta novedosa.
Llevar un patrón de alimentación balanceado puede carecer de lo llamativo y fascinante de las dietas novedosas, pero es la herramienta que ha sido probada y validada, una y otra vez, para promover la salud y el bienestar.
En este nuevo año, solo tú tienes el control de elegir tu camino de salud. ¿Cuál de las siguientes opciones apoya tu salud y bienestar a largo plazo?
1. No hacer ningún cambio y mantener tus hábitos actuales.
2. Empezar el próximo lunes con una nueva dieta que, a largo plazo, te deje frustrado con una inversión sin resultados sostenibles y, probablemente, con libras adicionales.
3. Tomar acción en tu próxima comida incluyendo una variedad de grupos de alimentos y practicando el balance.
Si escogiste la opción número 3, tu decisión es correcta. Obtén recomendaciones individualizadas consultando a un nutricionista-dietista licenciado —es el profesional que te guiará en tus próximos pasos hacia una alimentación balanceada y sostenible.
La autora es directora de Promoción de Salud y Nutrición de MCS.
Referencias:
1. “Dietetics in Hippocratic Medicine: Definition, Main Problems, Discussion.” Greek Medicine from Hippocrates to Galen Selected Papers, by Jacques Jouanna, Brill, 2012, p.139.
2. Montani, J.‐P., Schutz, Y. and Dulloo, A.G. (2015), Weight cycling and cardiometabolic risks. Obes Rev, 16: 7-18. doi:10.1111/obr.12251
3. https://onlinelibrary.wiley.com/doi/abs/10.1111/obr.12251
4. https://my.clevelandclinic.org/health/articles/9476-fad-diets
5. https://www.eatright.org/health/wellness/diet-trends/staying-away-from-fad-diets