

La colocación de electrodos en el cerebro para lograr una estimulación profunda en pacientes en estados avanzados de párkinson, así como la administración directa de medicamentos a través de infusiones, representan algunos de los avances más novedosos en el tratamiento de esta enfermedad que se deben destacar con motivo del Día Mundial del Parkinson, que se celebró el pasado 11 de abril. Esto, debido a que, a medida que este trastorno neurodegenerativo —que impacta a unos 30,000 puertorriqueños, según estimados del Departamento de Salud de Puerto Rico— progresa, los síntomas son más difíciles de tratar.
De hecho, aunque los síntomas principales de la enfermedad son temblor en reposo, rigidez muscular, movimientos lentos y problemas de equilibrio y coordinación, la comunidad médica advierte que existe una sintomatología autonómica que se puede presentar mucho antes del diagnóstico.
Así lo detalló la neuróloga Carmen Serrano, subespecialista en trastornos de movimiento, al explicar que “este paciente no solo tiene síntomas motores, sino que tiene síntomas no motores que se pueden presentar hasta una década o más antes de desarrollar los síntomas motores”.
“Algunos de los síntomas autonómicos que se presentan son estreñimiento, síntomas de conducta como ansiedad o depresión y alteración en el olfato. Esto puede ir dando unas guías de que este paciente está un poco más a riesgo, especialmente si hay un historial familiar de pacientes con párkinson”, advirtió.
No obstante, reveló que, para diagnosticar el párkinson, la lentitud de movimiento siempre debe estar presente.
“Interesantemente, no todos los pacientes con párkinson tienen el temblor en reposo, a pesar de que es el síntoma que más asociamos con la enfermedad. Tenemos que evaluar bien al paciente porque puede tener algunos de estos otros síntomas que nos indican que padece de la enfermedad”, sostuvo.
“A lo largo de la enfermedad, aparecen otros síntomas, como problemas de sueño, urinarios y de tragado, entre otros. Debemos recordar que no únicamente vamos a manejar los síntomas motores, sino también los síntomas no motores que pueden afectar la calidad de vida de nuestros pacientes”, recalcó.
Según la neuróloga, el tratamiento con medicamentos para manejar el párkinson ha ido progresando de manera vertiginosa en las últimas dos o tres décadas.
“En el pasado, solo contábamos con dos o tres medicamentos y todos eran orales. En este momento, tenemos un arsenal de tratamientos que se les pueden ofrecer a los pacientes. [En aquellos casos] donde hay un químico deficiente, la dopamina, utilizamos una medicina que se llama levodopa, que es el tratamiento más eficaz”, mencionó.
“La ventaja que tenemos en este momento es que contamos con otras preparaciones, dentro de las orales, que son de acción prolongada o extendida”, agregó la también catedrática del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico.
En pacientes más avanzados se utilizan infusiones. En estos casos, “se puede administrar el medicamento directamente al intestino o, más recientemente, contamos con un medicamento que se administra por vía subcutánea en una infusión. Eso ha sido un gran avance en términos del manejo de párkinson”, dijo. También explicó que, a medida que la enfermedad progresa, “llega un punto, para algunos pacientes, en el que los medicamentos que les estamos dando por boca no les funcionan igual, comienzan a desarrollar fluctuaciones. Es decir que, el medicamento antes estaba en una dosis [y debido a que] esa dosis no les duraba lo suficiente, comenzaban a tener períodos en los que estaban más lentos más frecuentemente”, manifestó para comentar que, si luego de administrar y ajustar las dosis de las medicinas esto no mejora, “estas son opciones un poco más avanzadas”, ya que brindan una absorción más efectiva y mejor respuesta. Además, aseguró que estas opciones, “no las vamos a utilizar en el paciente que se acaba de diagnosticar”.
Mientras tanto, las personas afectadas por la enfermedad pueden recibir tratamientos quirúrgicos; entre estos, la estimulación cerebral profunda, un procedimiento que se ofrece en Puerto Rico.
Asimismo, otros pacientes podrían ser sometidos a una cirugía con ultrasonido focalizado, la cual se realiza en Estados Unidos. Se trata de hacer “una lesión pequeña que se hace con el ultrasonido, utilizando resonancia magnética para establecer el punto exacto donde se hará la lesión”.
Finalmente, la doctora reveló que “hemos avanzado bastante en el manejo del paciente de párkinson y ya se están explorando otras alternativas de tratamiento, con la idea de proteger el cerebro tan pronto se diagnostica la enfermedad”.
“Es importante que las personas sepan que hay mucha investigación en el campo del párkinson. El uso de inteligencia artificial, probablemente, nos ayude a estos propósitos, tanto en investigación como en diagnóstico del paciente. Tenemos un futuro que se augura positivo para estos pacientes y cómo lo vamos a tratar”, concluyó.
La autora es periodista colaboradora de Puerto Rico Saludable.
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