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Es posible recuperarse del síndrome del corazón roto

Además de medicamentos, es indispensable recibir apoyo emocional para tratar esta condición

17 de junio de 2022 - 10:27 AM

Nota de archivo
Esta historia fue publicada hace más de 2 años.
Aunque también se ve en varones, el síndrome del corazón roto suele darse en mujeres mayores de 50 años. (Shutterstock)

Joe García, esposo de una de las dos maestras asesinadas en la masacre en una escuela en Uvalde, Texas, murió de un ataque al corazón. Todo parece indicar que sufrió un infarto debido al impacto de la noticia sobre la muerte de su esposa, Irma García. Este tipo de evento cardiovascular podría clasificarse como el síndrome del corazón roto.

El síndrome del corazón roto es una condición que se conoce desde los años 90. Es bien rara, pero se da en personas que han sufrido una emoción bien fuerte, como una pérdida familiar, que lo lacera, lo lastima demasiado, como le sucedió al señor García, que perdió a su esposa. Eso es algo irreparable, no hay forma de que uno pueda decir que no es algo fuerte. Es una noticia que toma por sorpresa, algo que no esperabas, y eso te impacta de tal forma que lastima el corazón de una manera que no es la común, en comparación con otros tipo de infarto”, destaca la cardióloga Gloria Colón.

La doctora explicó que aunque los síntomas que presenta el paciente que sufre este síndrome son muy similares a los de un infarto, pues siente dolor de pecho y falta de aire, al evaluar a la persona, no se encuentran los factores de riesgo de un infarto.

“Cuando los cardiólogos intervenimos en los infartos hay unos factores de riesgo, que son unos coágulos que tapan las arterias, y destapamos las arterias y la persona se recupera. En este caso, los síntomas son similares a un infarto cardíaco agudo. Cuando evalúas al paciente, encuentras todo similar: el dolor de pecho, la falta de aire, hay cambios en el electrocardiograma, las enzimas cardíacas también aumentan, en el ecocardiograma hay una cardiopatía, que es el cuando el corazón se pone un poco más grande y se engloba, todo parece que es porque hay una arteria tapada, pero, cuando haces el cateterismo, no hay evidencia de alguna arteria tapada. Entonces, uno debe presumir que es una miocardiopatía takotsubo o síndrome del corazón roto porque, literalmente, la persona siente que el corazón se le rompió”, sostiene Colón.

De acuerdo con la Clínica Mayo, este síndrome afecta solo a una parte del corazón e interrumpe temporalmente la función habitual de bombeo del corazón. El resto del corazón continúa funcionando correctamente o incluso puede contraerse con más fuerza.

Además de noticias impactantes, esta condición podría darse debido a una enfermedad aguda (como un ataque de asma o una infección por COVID-19), una cirugía mayor o una fractura de hueso. En ocasiones, el uso de sustancias también podría provocarlo, como medicamentos que se usan para tratar la ansiedad o drogas ilícitas estimulantes, como la metanfetamina y la cocaína.

Entre los factores de riesgo están el sexo y la edad. La cardióloga asegura que esta condición suele darse en mujeres mayores de 50 años. También se ha visto en varones, pero la mayoría son mujeres. Otro factor de riesgo es un trastorno de salud mental previo o actual. Las personas que tienen ansiedad o depresión pueden sufrir el síndrome del corazón roto.

La doctora Colón recalca que no se puede asegurar que el señor García murió a causa de este síndrome, pues se desconoce su historial médico.

“Lo del señor García se puede presumir que fue esta condición, pero puede ser que él tuviese enfermedad coronariana u otras condiciones como alta presión o diabetes, y, ante esta situación tan catastrófica que ha pasado, pues sufrió un infarto que provocó su muerte. Se ha pensado en este síndrome por el sufrimiento que pasó, pero puede que haya tenido una enfermedad cardiovascular”, menciona.

No obstante, a diferencia de García, los pacientes que sufren esta enfermedad suelen recuperarse.

“Esta condición, cuando se da, dura seis semanas y, usualmente, las personas se recuperan. El tratamiento que se le da al paciente es similar al de un infarto. Se recetan diuréticos y betabloqueadores. También se le da un apoyo emocional porque eso es lo que provoca la condición. Esta ayuda es vital para que, más adelante, tenga las herramientas para manejar estos estresores, porque puede volver a suceder”, finaliza.

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Este contenido fue redactado y/o producido por el equipo de GFR Media.

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