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Inmunoterapia: Esperanza real contra el melanoma

La directora médica de Bristol Myers Squibb, doctora Ana Ibáñez, explica cómo podría funcionar la inmunoterapia para combatir este tipo agresivo de cáncer de piel

29 de junio de 2025 - 12:00 AM

Doctora Ana Ibáñez, directora médica de Bristol Myers Squibb. (BrandStudio)

La inmunoterapia, desarrollada recientemente para ayudar al sistema inmunitario a atacar las células cancerosas, ha sido un gran avance científico en el tratamiento del melanoma, que es el más peligroso de todos los tipos de cáncer de piel.

“Gracias a los avances en la inmunoterapia, los pacientes con melanoma viven en promedio más tiempo que antes”, dijo Ana Ibáñez, directora médica de Bristol Myers Squibb en Puerto Rico, una compañía farmacéutica que produce varios tratamientos de inmunoterapia.

De acuerdo con la Clínica Mayo, fundada en Estados Unidos, las células cancerosas sobreviven porque se esconden del sistema inmunitario, cuya función es combatir enfermedades. La inmunoterapia ayuda a las células del sistema inmunitario a encontrar y atacar las células cancerosas.

“A diferencia de la quimioterapia y la radioterapia, que se centran en destruir directamente las células cancerosas a través de agentes químicos o radiación, aquí se utilizan las defensas naturales del organismo”, dijo la oncóloga.

Aunque la inmunoterapia, según Ibáñez, comenzó a ganar tracción a principios del siglo XXI, sus principios básicos se exploraron desde hace décadas. De hecho, su aplicación clínica se fundamenta, principalmente, en los descubrimientos hechos por los inmunólogos James P. Allison, de Estados Unidos, y Tasuku Honjo, de Japón, ganadores del Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 2018. Ambos “demostraron cómo estrategias diferentes para inhibir los frenos del sistema inmunitario pueden ser usadas en el tratamiento del cáncer”, informó la Asamblea Nobel en aquel entonces.

En su página web, el Instituto Nacional de Cáncer de Estados Unidos explica que los puntos de control inmunitario son proteínas que están en la superficie de las células. Su rol es impedir que la respuesta inmunitaria sea tan fuerte que destruya las células sanas en el cuerpo. Lo hacen al desactivar a las células inmunitarias (células T) hasta que sean necesarias.

Sin embargo, las células cancerosas pueden aprovechar los puntos de control para impedir que el sistema inmunitario las destruya. Es entonces cuando se pueden utilizar los inhibidores de puntos de control inmunitario, un tipo de inmunoterapia que funciona al bloquear los puntos de control. Esto impide que los puntos de control desactiven las células T y les permite atacar a las células cancerosas.

Hay inmunoterapias de este tipo que actúan contra una proteína de puntos de control llamada CTLA-4, mientras que otras actúan contra otra proteína llamada PD-1. En los años 90, Allison realizó estudios relacionados con la CTLA-4, mientras que Honjo descubrió la proteína PD-1. Ambas investigaciones sirvieron para desarrollar inmunoterapias con inhibidores de puntos de control inmunitario.

“Inicialmente, se utilizó en cánceres como el melanoma, donde mostró resultados prometedores”, expuso Ibáñez. “Desde entonces, se ha expandido para tratar varios tipos de cáncer, incluidos los de pulmón, riñón y linfoma, entre otros”.

“En Bristol Myers Squibb, hemos sido pioneros en la investigación y el desarrollo de inmunoterapias para el melanoma. Fuimos la primera compañía en desarrollar y obtener aprobación para un inhibidor de PD-1, en combinación con otros tratamientos como el CTLA-4”, resaltó la directora médica.

En respuesta a preguntas sobre cómo ha evolucionado el enfoque en el tratamiento del melanoma en la última década, Ibáñez indicó que se ha puesto un enfoque en las combinaciones de inmunoterapias. “Investigaciones y ensayos clínicos han y continúan explorando combinaciones de inhibidores de puntos de control inmunitarios, como los inhibidores de PD-1, junto con otros agentes, incluidos los inhibidores de CTLA-4 o LAG-3, en situaciones clínicas específicas. Estas investigaciones sugieren que tales combinaciones podrían tener una influencia en ciertos resultados, como la evolución del tumor y la supervivencia de algunos pacientes en el largo plazo. No obstante, es crucial tener presente que el tratamiento del melanoma debe ser abordado de forma personalizada, considerando las particularidades de cada paciente, y siempre debe ser evaluado por profesionales médicos capacitados”, explicó.

La oncóloga añadió que “la evidencia clínica sugiere que estos tratamientos combinados pueden ayudar al sistema inmunitario a atacar el cáncer de manera más efectiva. Se consideran entre las opciones de tratamiento disponibles para pacientes según la etapa de su enfermedad. Estos tratamientos están disponibles en Puerto Rico y deben ser administrados por profesionales de la salud calificados, basándose siempre en una evaluación médica individualizada y en las características específicas de cada paciente”.

De cara al futuro, Ibáñez informó que “las investigaciones más recientes sobre la inmunoterapia están explorando su uso potencial en las etapas iniciales del melanoma. Este enfoque, especialmente tras la cirugía de remoción del tumor, tiene como objetivo investigar la posible prevención de recaídas o la eliminación de residuos de células cancerosas que puedan quedar tras la operación. Es importante señalar que estas aplicaciones están en fase de investigación, y su eficacia y seguridad deben ser evaluadas a través de ensayos clínicos controlados antes de convertirse en una práctica estándar”.

“En Bristol Myers Squibb, estamos investigando cómo las inmunoterapias en estas etapas tempranas podrían potencialmente mejorar las tasas de curación y la calidad de vida a largo plazo para los pacientes”, sostuvo.

Además, se investiga el uso de terapias personalizadas. “A medida que entendemos más sobre la genética del melanoma y cómo interactúa con el sistema inmunitario, existe la posibilidad de desarrollar tratamientos más específicos adaptados a las características únicas del cáncer en cada paciente. Esto incluye la investigación sobre el secuenciado genético de tumores para identificar posibles marcadores específicos que podrían guiar tratamientos personalizados, con el objetivo de aumentar la eficacia y disminuir los efectos adversos”, abundó Ibáñez.

“Con avances continuos en genética, biomarcadores y tecnologías como la inteligencia artificial, es posible que el futuro del tratamiento del melanoma se dirija hacia una medicina aún más personalizada, efectiva y amplia”, aseguró la experta. “Es un momento potencialmente emocionante en la oncología, con muchas investigaciones en curso”.

Más información:

Para conocer las señales de melanoma, así como los síntomas, factores de riesgos, estadificación y tratamientos, puede visitar la página: https://melanomapr.com/.

La autora es periodista colaboradora de Puerto Rico Saludable.

BrandStudio
Este contenido fue redactado y/o producido por el equipo de Suplementos de GFR Media.

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