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Lidiar con el estrés es un esfuerzo que vale la pena

Muchas personas todavía no están enteradas de que existen herramientas no farmacoterapéuticas para poder manejar o amortiguar los problemas emocionales

10 de octubre de 2022 - 12:00 AM

Nota de archivo
Esta historia fue publicada hace más de 2 años.
Las condiciones de salud mental en Puerto Rico agravan las condiciones de salud física, por lo que es necesario el apoyo necesario. (Shutterstock)

“Trastocada”, así describió la salud mental del país el especialista en medicina conductual y director clínico del Hospital Menonita CIMA, doctor Humberto Cruz. A su vez, resaltó que existen herramientas para atajar esta pandemia emocional que vivimos y que es el resultado de la acumulación de cosas que las personas no trabajaron desde hace años y se destaparon con la crisis.

“El paso del huracán, una vez más, nos dejó entrever lo que hay más allá de nuestras casas. Literalmente, todas estas crisis que ocurrieron en los últimos años han visibilizado y puesto en perspectiva la emergencia nacional que existe. Es una situación de salud pública que tenemos que atajar y que lo hicimos tarde, porque esperamos a que las crisis continuas nos atacaran, muchas de ellas no las vimos venir, y ya estaban pasando y no se atendieron y eso exacerbó la manera en que las personas gestionan las emociones”, explicó el psicólogo.

Como consecuencia, se registró un aumento en la incidencia de trastornos de ansiedad, depresión y estrés postraumático. Acorde con el doctor, estas tres condiciones, son las más comunes dentro de las estadísticas y se ubican casi siempre en el tope de las condiciones de salud mental en Puerto Rico.

“Durante este proceso, hubo muchos pacientes que ya tenían condiciones, pero las tenían estabilizadas y las crisis exacerbaron su condición. También, hubo personas que, en medio de la crisis, debutaron con condiciones de salud mental y no tienen las herramientas. Es más complicado, porque tienen que enfrentar su propia crisis, al mismo tiempo, que atraviesan las crisis sociopolíticas y económicas del país. Sin duda, estos factores añaden un estrés colectivo que es uno de los alimentos perfectos para detonar estas condiciones”, sostuvo.

Para Cruz, al “caernos” encima otro huracán, volvió abrir una llave de lo que fueron los eventos emocionales que sufrieron los puertorriqueños. “Las personas están más irritadas, tienen poca tolerancia a la frustración y el nivel de sensibilidad conlleva el aumento de la violencia”, sostuvo. El psicólogo identificó estos factores como las alarmas que anuncian la existencia de una crisis de salud mental, que no se atribuye a problemas cerebrales o neurológicos, sino a la falta de estrategias de mitigación.

“Las personas todavía no están enteradas de que existen herramientas no farmacoterapéuticas para poder manejar o amortiguar los problemas emocionales. Tenemos una población bastante amplia que depende de la terapia farmacológica exclusivamente, sin atender y entender sus manifestaciones emocionales para saber cómo trabajarlas. Estamos diciéndole a la pastilla que bregue por mí y no tenemos un rol activo en el proceso de sanidad”, reiteró.

Por eso, Cruz recalcó que los medicamentos alivian los síntomas, pero no resuelven el problema y la acción es necesaria para el cuidado de la salud mental. Entiéndase, decidir perdonar, resolver el problema, amarse más, autocuidarse, entender su estrés y cómo manejarlo.

Entre las recomendaciones que ofreció el especialista para poder mitigar esta crisis están la psicoeducación masiva, llegarles a las personas y a las comunidades y hacer un llamado a la normalización para erradicar el estigma que permea en la salud puertorriqueña.

Cruz señaló que las expresiones como: “Yo no voy a eso, porque yo no estoy loco”, reflejan la inacción, los temores, las inseguridades, los problemas, la culpa y la vergüenza al qué dirán. “Las personas colocan en un segundo plano lo que realmente quieren, que es sanar, por lo que alguien pueda pensar de ellas y eso es triste”.

Además, el psicólogo explicó que las condiciones de salud mental en Puerto Rico agravan las condiciones de salud física. “La gente se nos está muriendo del sufrir. Si yo no tengo la stamina para ir a una cita médica, yo voy a poner en declive mi condición física, lo que me hace más propenso a enfermedades físicas que alteren mi sistema y me conduzcan a la muerte prematura”.

De igual forma, Cruz destacó que hay una máscara social y que se vacilan la conducta emocional para minimizar los síntomas. “No somos culturalmente sensibles para entender a esa persona. Somos expertos en anestesiar nuestro dolor emocional. Es bien fácil decir que no puedo ir al jangueo, porque voy al dentista, pero se me dificulta decir que voy a un psicólogo. Ciertamente, cuando tenemos asuntos emocionales que atender tenemos miedo a decirlo”, sostuvo.

Busca ayuda antes de que los síntomas te abrumen

El profesional de salud mental fue enfático en que hablar o exteriorizar lo que hay en el interior, hace que lo que está añejado pierda fuerza. “Las palabras que guardas dentro, te cargan. De ahí, viene la depresión, de esa presión que tienes adentro, porque tienes un contenido emocional escondido que se acumula y que, en algún momento, no aguanta el peso”, explicó el psicólogo.

“No saber pedir ayuda hace que nos perdamos de una oportunidad increíble de crecimiento, de aprendizaje y de conectar con nosotros mismos. Las personas piensan que las crisis vienen a nuestras vidas a destruirnos y no es así. Las crisis vienen a nuestras vidas a detonar y a visualizar el potencial de nosotros que no hemos visto”, puntualizó.

Señales que, según el especialista, te avisan que es momento de pedir ayuda o activar una red de apoyo:

  • Cambios en el estado de humor
  • Sentirnos frustrados
  • Pensamientos negativos
  • Aumenta el diálogo interno negativo
  • Síntomas físicos, como dolores abdominales o de cabeza
  • Disminución en el rendimiento académico o laboral
  • Insomnio, estrés, nerviosismo o ansiedad excesiva
  • Aislamiento

“Busca ese apoyo emocional en tiempos de crisis. No estamos en una coyuntura social o histórica para vacilar sobre esto. Lidiar con el estrés es un esfuerzo que vale la pena. Sabemos que hay muchas personas que no se atreven, pero, de la misma manera que hacemos planes de contingencia para los huracanes, tenemos que prepararnos para manejar y combatir los efectos psicológicos de los huracanes emocionales”, concluyó.

Siempre hay una solución. Llama libre de costo al 787-714-CIMA (2462) / (787-714-2462).

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Este contenido fue redactado y/o producido por el equipo de GFR Media.

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