

No podemos hablar de alimentación saludable en la población pediátrica, sin tratar el tema de la ingesta de sodio (sal) en los niños.
Al igual que en los adultos, el consumo excesivo de sodio puede causar aumento en la presión arterial y otros problemas de salud en los niños y adolescentes. Se estima que en Estados Unidos uno de cada seis niños padece de presión arterial elevada. Esto, puede tener un efecto mayor en niños que sufren de sobrepeso y obesidad.
Muchos padres pueden pasar por alto la cantidad de sodio que ingieren sus hijos, ya que esta proviene, principalmente, de los alimentos procesados y de las comidas fuera del hogar.
Los niños nacen sin ninguna preferencia a sabores en particular. El gusto por sabores salados en la niñez se va adquiriendo por la exposición constante a este tipo de sabor. Significa que mientras menos sal consuma en edades tempranas, menos será el gusto por los alimentos salados más tarde en su vida.
Según las guías dietarias, los niños de 1 a 3 años no deberían consumir más de 1500 mg de sodio por día, de 4 a 8 años menos de 1900 menos mg por día, de 9 a 13 años menos de 2200 mg por día y de 14 a 18 años menos de 2300 mg por día.
Aquí te damos unas recomendaciones para disminuir el consumo de sodio en los niños:
Lleva a tu niño a su pediatra con regularidad y pregúntale acerca de los niveles normales de presión arterial. De ser necesario, consulta con un nutricionista licenciado.
La autora es dietista pediátrica.
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