

Los meses de verano, las altas temperaturas y el aumento de la actividad al aire libre hacen que nuestro cuerpo necesite un mayor cuidado, especialmente en lo que respecta a la hidratación y la alimentación.
Mantenernos bien hidratados y consumir alimentos frescos, ricos en agua y nutrientes, no solo nos ayuda a sentirnos mejor, sino que también previene la deshidratación, golpes de calor, fatiga y malestares digestivos.
El cuerpo humano está compuesto en su mayoría por agua. Esta es fundamental para funciones vitales como la regulación de la temperatura corporal, la digestión, el transporte de nutrientes y la eliminación de toxinas. En verano, la pérdida de líquidos por el sudor se incrementa, por lo que se recomienda consumir entre 2 a 3 litros de agua al día, dependiendo del nivel de actividad física, edad, peso y clima.
Durante los días calurosos, el cuerpo tiende a rechazar comidas pesadas. Lo ideal es optar por preparaciones sencillas, frescas, con ingredientes naturales y fáciles de digerir.
1. Ensalada de quinoa y vegetales frescos
Ingredientes:
Preparación:
2. Ensalada de frutas
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3. Rollitos de lechuga con pollo
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4. Ensalada de granos
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5. Parfait de yogur con frutas y semillas
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6. Rollitos de pepino
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7. Smoothie verde
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8. Wrap de espinacas y hummus
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hojas de espinaca fresca
Preparación:
9. Brochetas de vegetales
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La autora es nutricionista dietista. Labora en Longevity Nutrition Services, LLC.
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