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Salud Mental
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Es necesario hablar sobre el trauma

Sucesos recientes invitan a reflexionar sobre sus efectos en la salud

17 de mayo de 2022 - 12:00 AM

Nota de archivo
Esta historia fue publicada hace más de 2 años.
Algunas personas procesan el evento traumático con mayor facilidad que otras, pero siempre es recomendable buscar ayuda. (Shutterstock)

Para entender las consecuencias del trauma, es importante definirlo de una manera sencilla y, al mismo tiempo, contundente. Por eso, según explicó la doctora Mirelsa Modestti González –psicóloga clínica, comunicadora e iinvestigadora en comunicación y conducta humana– es importante distinguir el trauma físico del emocional.

La Asociación Americana de Psicología (APA, en inglés) define el trauma como: “una respuesta emocional a un evento terrible como un accidente, una violación o un desastre natural. Inmediatamente después del evento, el efecto del shock o la negación son típicos. Las reacciones a largo plazo incluyen emociones impredecibles, retrospecciones, ruptura de relaciones, e incluso efectos físicos como dolores de cabeza y náuseas”.

Sobre esta definición, Modestti González señaló la diferencia entre el trauma médico y el psicológico. “Un trauma que requiere atención médica puede ser un golpe, una caída, una fractura; es un incidente que afecta al cuerpo. En lo psicológico, es un evento que lo produce”, recalcó.

Características y reacciones ante el trauma

Para considerar que el evento sea de naturaleza traumática, Modestti González definió tres características esenciales.

“Primero, ese evento ocurre de manera repentina, inesperada, por lo que la persona no pudo prepararse para su impacto. Luego, afecta [tanto] su integridad física como emocional. Finalmente, el evento excede la capacidad de adaptación al cambio que, por naturaleza, los seres humanos tenemos”, explicó la psicóloga.

Las reacciones ante el impacto de un trauma pueden ser diversas, detalló Modestti González. “Por ejemplo, una víctima de violación puede reaccionar como si no le hubiera ocurrido nada. Eso no quiere decir que el evento traumático no le haya impactado, sino que ‘se defiende’ mediante la minimización del dolor tan profundo que siente”, señaló. “Hay que destacar que la reacción al trauma es distinta por nuestra formación individual como seres humanos”.

“Algunas personas procesan el evento traumático con mayor facilidad que otras”, admitió la psicóloga. “Otras no perciben [la magnitud de] la situación hasta un tiempo después. Incluso, hay personas que, en el momento del trauma, hacen todo lo que pueden por manejar la situación. Después que ha controlado todo, se sientan en la consulta y dicen, ‘ahí fue que me cayó’ [refiriéndose a que se dio cuenta de la contundencia de lo sucedido y sus consecuencias]”.

El trauma colectivo

Modestti González no titubeó en afirmar que la pandemia ha producido un efecto de “trauma colectivo” en la población general y, particularmente, ha afectado, con un impacto más profundo, al personal de cuidado clínico. Junto con tres colegas –la doctora Togarma Rodríguez, médica y bioeticista, de la República Dominicana; la psicooncóloga chilena Daniela Rojas y la doctora Sandra Fábregas, bioeticista y farmacéutica boricua– fundó la Red Panamericana de Bioética y Comunicación (RPBC), que investiga los efectos del trauma en los profesionales de la salud.

“La pandemia ha sido una situación traumática para todo el mundo, por las implicaciones de las pérdidas que hemos enfrentado: la enfermedad y la muerte de muchas personas, así como los cambios drásticos a la vida como la conocíamos”, señala la psicóloga. “Hay muchas personas que han tenido experiencias de pérdida aun sin tener vínculos de familia o amistad, reacciones de depresión y ansiedad –en algunos casos, con un historial diagnosticado que se ha exacerbado”, comentó sobre sus hallazgos principales.

A juicio de la psicóloga, el mayor problema que presenta este trauma particular es su manifestación de un estrés inmenso y prolongado.

Respuestas postraumáticas

Modestti González recalcó en la diversidad de reacciones ante el trauma, con efectos distintos en cada ser humano. “Las reacciones postraumáticas son muy diversas. Pueden producirse temblores, sudoración excesiva, parálisis y alteración del sistema digestivo. Aunque el trauma ya no existe, porque el evento pasó, el efecto de cualquier estímulo que le lleve a ese recuerdo, desencadena estas manifestaciones”.

“También puede haber reacciones de evitación”, añadió. “Por ejemplo, una persona puede haberse quedado atrapada en un ascensor y, ante la necesidad de usarlo nuevamente, es posible que reaccione de diversas formas: que no entre y prefiera subir las escaleras; se obliga y entra, pero siente los efectos de un ataque de pánico (respiración acelerada, taquicardia, sensación de ahogo, entre otras), o se sale en cualquier otro piso y decide terminar la ruta de otra manera”, subrayó Modestti González.

La especialista en conducta humana afirmó que estas reacciones se vinculan con mecanismos fisiológicos que, en otras circunstancias, se activan para promover la supervivencia. “En el caso del trauma, la persona puede reaccionar como si estuviera en un peligro inminente… El cuerpo se prepara para lo peor y, por supuesto, luego de ese pico tan alto de energía va a venir una sensación de tristeza, dolor y hasta culpabilidad”, señaló la psicóloga.

Consecuencias extremas

La primera y más conocida, según Modestti González, es el síndrome de estrés postraumático (PTSD), en el cual reaccionan como si, nuevamente, estuvieran frente al evento que les causó el trauma. En principio, este síndrome aplicaba solamente a los veteranos de guerra, por las reacciones abruptas que se manifestaban tiempo después de culminar su experiencia militar. “Más adelante, al PTSD se le añadieron otras situaciones traumáticas, como el abuso sexual en la niñez, la violencia doméstica, el maltrato físico”, dice. Sin embargo, resalta que no todo el mundo presentará todos los síntomas asociados al PTSD. “Los trastornos de ansiedad y depresión pueden ser respuestas posteriores a un trauma”, explicó.

Por último está el suicidio, que, a juicio de la psicóloga, “todavía se ve como ‘una vergüenza’ cuando ocurre en una familia. Pero ¿quién se lo explica a los niños? ¿Cómo se maneja esa situación? Esas preguntas muchas veces quedan sin respuesta”, admitió.

Por eso, enfatizó en la importancia de hablar sobre estos temas y, en específico, del suicidio. “Sirve para entender sus causas y consecuencias, manejar sus efectos posteriores y, por supuesto, prevenir que ocurran”, finalizó Modestti González.

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Este contenido fue redactado y/o producido por el equipo de GFR Media.

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